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Complicaciones de la escoliosis

La escoliosis no solo produce una deformidad estética que impacta emocional y psicológicamente a quien la padece. Las complicaciones de esta desviación en la columna vertebral alcanzan órganos vitales como los pulmones y el corazón.

En la medida que la caja torácica se desarrolla y crece, así mismo lo hacen los alvéolos de los pulmones, los cuales alcanzan su madurez alrededor de los ocho años de vida.

“Si la escoliosis sobreviene a una edad temprana, el desarrollo de la caja torácica y de los pulmones no se va a completar de la manera correcta”, explica Edwin Tejada, ortopedista y cirujano de columna.

Escoliosis con curvas torácicas mayores de 50 grados se asocian con dificultad respiratoria, mientras que un desplazamiento lateral de la espina dorsal de más de 60 grados produce una tracción de la arteria pulmonar que degenera en hipertensión pulmonar e insuficiencia cardiaca.

“Es -según Tejada- la complicación más temida de la escoliosis”.

Para prevenir su agravamiento, la escoliosis, que en la mayoría de los casos se inicia en la niñez, debe ser diagnosticada a tiempo.

La evaluación de los hijos por parte de los padres resulta fundamental.

Deformidad tridimensional A simple vista muchas personas podrían notar si un paciente sufre una desviación lateral de la columna. No obstante, según el ortopedista y cirujano de columna Jeferson González, no es el desplazamiento lateral el que define la escoliosis.

La escoliosis hace referencia a una deformidad tridimensional: visto de espaldas, el paciente tiene la columna desviada hacia un lado (en la mayoría de los casos hacia la derecha); visto de perfil, presenta un aplanamiento de la lordosis o curvatura torácica, y en el plano transversal, existe rotación de las vértebras.

Detecte a tiempo la escoliosis La escoliosis no se previene, pero puede detectarse a tiempo.

Si bien no produce síntomas que alerten sobre el inicio de su desarrollo, los padres pueden identificarla en sus hijos precozmente. ¿Cómo? Mediante la realización de una sencilla exploración denominada test de Adam.

Edwin Tejada, ortopeda y cirujano de columna del Centro Médico Dominico Cubano, explica cómo realizar la prueba: quítele la camisa a su niño, colóquelo de espaldas a usted, pídale que se incline hacia delante y verifique si, en esta posición, el pequeño tiene un hombro o un omóplato más alto que otro. De ser así, vaya a consulta: la protuberancia en el hemitórax o giba dorsal es una característica del paciente con escoliosis.

En ocasiones la afección estética que produce la escoliosis (asimetría en el talle, en los hombros y en los omóplatos, y desbalance pélvico) puede notarse a simple vista en un paciente delgado erguido, mas no sucede lo mismo en la persona con sobrepeso. El test de Adam ayuda a detectar el problema en estos últimos.

Las revisiones periódicas de los niños por parte de los padres ayudan a diagnosticar a tiempo la escoliosis, condición que se inicia con mayor frecuencia en la infancia.

De acuerdo con Tejada, tres de cada 100 niños en edad escolar presentan escoliosis. La cifra se duplica en menores de 12 a 16 años.

OrigenEn el 80 por ciento de los casos, la escoliosis tiene un origen desconocido. Las teorías hablan de causas genéticas, endocrinas, posturales y musculares, pero estas especulaciones no han sido comprobadas por la ciencia.

“La idea predominante en la actualidad -dice Tejada- es que no existe una única causa, sino que se trata de un desorden cuya etiología es multifactorial: todas las escoliosis idiopáticas llevan consigo una base genética, pero también cuentan con parámetros radiográficos, génesis mecánicas y anatómicas que determinarán su agravamiento”.

Inicio Jeferson González, ortopeda y cirujano de columna del Centro Médico UCE, dice que existen desviaciones raquídeas leves que obedecen, entre otras causas, a problemas posturales. A este tipo de deformidad se le conoce en el argot médico como actitud escoliótica; no se trata de una escoliosis estructural porque para hablar de esta última condición necesariamente debe haber rotación de las vértebras y, en consecuencia, una desviación tridimensional de la columna.

Atendiendo a la edad de aparición, la escoliosis se clasifica en infantil, juvenil y del adolescente. La infantil se desarrolla antes de los tres años; la juvenil, entre los 4 y 9 años; la del adolescente, entre los 10 años y el momento en que se alcanza la madurez ósea.

“Si la desviación se presenta de forma precoz, antes de los cinco años, va a tener mayor repercusión -advierte González-. A un niño de tres o cuatro años le falta mucho para alcanzar la madurez ósea y la desviación de la columna aumenta más en grados durante el crecimiento”.

El paciente debe acudir de inmediato a un especialista en columna vertebral, el cual lo evaluará para establecer el grado de la desviación y lo examinará regularmente para determinar si la curva empeora o permanece estática.

“El seguimiento es fundamental”, comenta González.

Como parte de ese seguimiento, el médico indica radiografías frecuentes y puede recomendar al paciente terapia física u otras actividades, como la natación, que ayuden a fortalecer los músculos que dan estabilidad a la espina dorsal.

Cirugía El especialista toma en cuenta factores como la edad del paciente (si ha alcanzado o no la madurez ósea), la gravedad y evolución de la deformidad para establecer si aplica algún tratamiento. En algunos casos se emplean ortesis y en otros se recurre a cirugía.

Amerita intervención quirúrgica una curva que aumenta varios grados al año y que da señales de seguir empeorando, un caso en el que los corsés no brindarán gran ayuda; o una curva de más de 60 grados que empieza a desencadenar las complicaciones más severas y temidas de la escoliosis.

Durante la operación, para la cual se hace un seguimiento multidisciplinario en colaboración con el neumólogo, el cardiólogo y el psicólogo, se colocan en la columna clavos de titanio.

De acuerdo con Tejada, la cirugía tiene como propósito principal frenar el empeoramiento de la curvatura. Desde ese punto de vista, tiene un 100 por ciento de efectividad.

Pero la operación también permite revertir la deformidad. Al menos hasta cierto punto. Todo dependerá del grado de flexibilidad de la curva.

Al respecto, González precisa: “Tú no debes corregir más allá de lo que te permita la fisiología del paciente”.

CÓMO HACER EL TEST DE ADAM Quítele la camisa al niño, colóquelo de espaldas a usted, pídale que se incline hacia delante y verifique si, ya en esta posición, el pequeño tiene un hombro o un omóplato más alto que otro. La asimetría indica escoliosis.

Edwin Tejada “La idea predominante en la actualidad es que no existe una única causa, sino que se trata de un desorden cuya etiología es multifactorial”.

Jeferson González “Tú no debes corregir más allá de lo que te permita la fisiología del paciente”.

Columna La espina dorsal da soporte al cuerpo y resiste mejor la carga en la medida en que conserve sus curvaturas naturales.

Imágenes. Para el diagnóstico y seguimiento de la escoliosis, el especialista se auxilia de las radiografías.

Proporción. Por cada niño con escoliosis hay cuatro niñas con esta condición. Algunas teorías plantean que esto se debe a que, en las chiquillas, el estirón puberal se da en forma más acentuada y acelerada.

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