La Vida

Gastronomía

Platos cargados de cultura y sabor

Opción. Los guisos también toman protagonismo en esta cocina.

Carmeli ClementeSan Pedro de Macorís

Muchos son los que en algún momento de su vida han tenido la oportunidad de degustar un sabroso “domplin acompañado de pica pica”, “un yaniqueque” y por qué no, un sabroso pan de batata. Sin embargo, pocos saben los secretos que esconden estos manjares que ofrece la gastronomía de San Pedro de Macorís.

La verdad es que la simpleza que conlleva la preparación de estos platos alimenticios guarda un gran valor cultural e histórico. Y es que cada porción de estas delicateses posee una mezcla de sabor e interacciones de distintas etnias.

Para la descendiente cocola, Margarita Dunker, transmitir esta cultura a través de la comida es un placer. Cuenta que la cocina cocola no se diferencia de la cocina de las Antillas inglesas, donde se consume harina de trigo o maíz en lugar de arroz que es el alimento básico de la comida criolla.

Otras diferencias con la comida típica dominicana es el alto consumo de pescado, fresco o seco, lo mismo que la preferencia por determinados vegetales como el molondrón (ocra), la yautía (especialmente la yautía blanca pero también la yautía coco o pipiota) y su alta presencia de azúcar.

“Creamos el Rincón Cocolo con el fin de continuar con las costumbres de la familia, sin embargo, a los dominicanos no les gusta tanto la comida cocola. Los platos como los domplines y los yaniqueques son aperitivos que se han adecuado a la gastronomía dominicana y son los de más aceptación”, afirma.

Dunker manifiesta que la comida cocola es más dulce que la comida normal y nace con la falta de recursos que invadía a los nativos de esa época.

Algunas comidas típicamente cocolas, y que pueden encontrarse en prácticamente todas las Antillas Menores (con sus variantes) son yaniqueque, domplin, fungi, calalú, pan de batata, habichuelas dulces, entre otras.

Historia Margarita Dunker explica que la inmigración de cocolos inició con el movimiento migratorio de los angloantillanos a la República Dominicana a partir del desarrollo de la moderna industria azucarera por los años de 1878, motivada por la adquisición de mano de obra barata. Los empresarios azucareros, en su afán de producir al más bajo costo posible, lograron encontrar obreros que trabajaran por un salario cada vez más bajo y en condiciones laborales de mínimas exigencias.

Platos cocolos El yaniqueque se prepara con harina de trigo y se consume frito (la manera preferida en el país) u horneado. El término es una corruptela de ‘Johnny Cake’ y este a su vez de ‘Journey Cake’ (‘torta de viaje’) ya que se conserva mejor que los panes con levadura, importante en viajes largos por el mar. De todas las comidas cocolas, el yaniqueque es la que más se ha extendido por el país.

Los domplins (dumplings), también de harina de trigo, tienen forma de bollos y se comen luego de cocerlos. Los funyis (o fungis, funchis) son similares a los “domplins” pero hechos con harina de maíz y son fritos. Existen muchas variaciones en la confección y consumo de estos dos platos.

GUAVABERRY Y MABÍ PARA REFRESCARSE Las bebidas: La más conocida es el guavaberry, un licor elaborado con frutos de arrayán, que maduran a finales del otoño y por eso el licor está asociado con las fiestas navideñas. El mabí se hace a partir de azúcar y corteza y/o la fruta de ciertas especies del género Colubrina como Colubrina elliptica (también llamado behuco indio) y Colubrina arborescens, un árbol pequeño del norte del Caribe y el sur de la Florida.

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