La Vida

AGRICULTURA FAMILIAR EN EL VALLE

El sueño de un proyecto hortícola sostenible

Yaniris Lópezyaniris.lopez@listindiario.com
San Juan y Elías Piña

Hace algo más de un año, la vida de muchas familias pobres de la región El Valle, en el suroeste dominicano, comenzó a girar en torno a pequeños huertos de 7 x 5 metros instalados en los patios de sus casas. 

Con ellos, con los huertos, llegaron a comunidades de San Juan y Elías Piña lo que sus habitantes llaman “bendiciones”: con el consumo de hortalizas y vegetales los niños se enferman menos y han subido de peso; ya no gastan sus pequeños ingresos en la compra de estos productos; han aprendido muchísimo sobre nutrición y agricultura y la integración familiar se ha fortalecido. 

Incluso, aseguran, hasta la piel les ha cambiado. Estos beneficios les llegan con el programa de Seguridad Alimentaria y Saneamiento que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la fundación Rural Economic Development Dominicana (REDDOM) iniciaron en octubre de 2013 en la región El Valle. 

En una zona en la que solo se cosechan granos, auyama y café en la parte alta, donde el consumo de vegetales apenas se limitaba a ciertas épocas del año y se registraban altos niveles de desnutrición, el programa sólo reporta testimonios de éxito en los municipios El Cercado (Batista, La Guázara, La Vereda), San Juan de la Maguana (El Batey), Las Matas de Farfán, Vallejuelo y Bánica (Sabana Mula). 

Con apenas 10 años, a Robert Ignacio Luciano le encanta regar el huerto de su casa en Sabana Mula y ‘aterrar’ los canteros cuando pierden consistencia. 

Y Miguela Encarnación, en Batista, confiesa que le sorprende “que con una sola mata de brócoli llenamos una ponchera”. 

¿Cómo funciona? 

Profesionales de REDDOM, con el apoyo de agrotécnicos de instituciones socias, les ayudan en la construcción de los huertos, les enseñan las técnicas básicas de agricultura y les proporcionan semillas e insecticidas orgánicos. 

También les ofrecen cursos de nutrición para que aprovechen mejor las cosechas. El programa, que se ejecuta por un monto de US$2,352,941 en un período de dos años, concluirá próximamente en varias comunidades. 

“La inversión compartida en El Batey, por ejemplo, termina ahora en diciembre. Ya nosotros les dimos los medios, ahora deben trabajar con las instituciones socias y seguir produciendo”, explica a LISTÍN DIARIO Mistral Valenzuela, asistente de nutrición y seguridad alimentaria de REDDOM en el Suroeste. 

Como al finalizar el programa las plantas ya no estarán disponibles de manera gratuita, la idea final, el sueño es que se consolide una estructura comunitaria para que la horticultura se convierta en un sueño sostenible en la región El Valle, explica Juan Fragoso, técnico de la Federación de Caficultores y Agricultores para el Desarrollo de San Juan (Fecadesj), socia de REEDOM. 

“Si los ponen a producir a capacidad, ninguna familia lo consume todo, tienen que donarlo o venderlo”. 

Entonces, dice Fragoso, “tenemos contemplado capacitar a los comunitarios para que acopien los productos y que otra persona se encargue de venderlos fuera de la comunidad”. 

Bartolo Encarnación Florián, asesor del proyecto de agricultura sostenible de la Pastoral Social de la Parroquia San Pablo de El Cercado, también socia de REDDOM, señala que la gente ha hecho suyo el proyecto de los huertos. 

“Y eso es bueno porque es lo que va a garantizar parte de su sostenibilidad; de que mañana, cuando la ayuda termine, podamos continuar”. Las comunidades están receptivas a cualquier tipo de ayuda. 

8 COMUNIDADES PARTICIPAN EN LA PRIMERA FERIA COMUNITARIA DE NUTRICIÓN 

Como parte del programa de Seguridad Alimentaria y Saneamiento en la Región El Valle, familias de ocho comunidades participaron esta semana en la Primera Feria Comunitaria de Nutrición, organizada por Mujeres en Desarrollo (MUDE). 

La actividad reunió en el parque de Las Matas de Farfán a beneficiarios del programa procedentes de Batista, La Vereda, La Guázara, Los Copeyes, Yabonico, Sabana Grande y El Batey, de la provincia San Juan; y a comunitarios de Sabana Mula, de Elías Piña. 

Las familias participaron con la elaboración de platos autóctonos y con preparaciones que incluyeron los frutos de sus huertos, informó REDDOM. 

Las beneficiarias de Sabana Mula, con un plato de berenjenas con pollo, ganaron el primer lugar. 

El MUDE promueve en comunidades del Suroeste la campaña “Familia sana come sano”, enfocada básicamente en mejorar la nutrición en los niños menores de 5 años y en las mujeres embarazadas. 

JOSÉ MERCEDES MÉNDEZ (CIBAO), encargado del germinadero de la comunidad de Batista, trabajó la agricultura fuera del país por muchos años. Dice: “Abrimos todos los días. La metodología es no permitir que los huertos se queden vacíos: si comiste, inmediatamente siembras”, afirma. 

BARTOLO E. FLORIÁN: “La distancia, la falta de recursos económicos y muchas veces el desconocimiento agrícola no había permitido que las familias se dedicaran al cultivo de hortalizas y vegetales. Ahora ya conocen todos sus beneficios en la prevención de enfermedades”.