Prevención
Los riesgos de una gripe mal cuidada
La influenza o gripe es una infección respiratoria viral altamente contagiosa. Se estima que de un cinco a un 20 por ciento de las personas en Estados Unidos les da influenza cada año, sobre todo para la temporada invernal. Se caracteriza por la aparición repentina de fiebre, dolores musculares, dolor de garganta y tos. Según un equipo médico del New York Prebisterian Hospital, la Influenza es una enfermedad viral que puede afectar a personas de cualquier edad, y aunque es curable en pocos días, de no atenderse a tiempo puede resultar grave y hasta requerir hospitalización. Este virus puede producir neumonía, y en el peor de los casos, causar la muerte. Los virus A y B son los responsables de las epidemias de enfermedades respiratorias que se producen casi todos los inviernos, y con frecuencia están asociados a un aumento en las tasas de hospitalización y muerte. Los esfuerzos para controlar el impacto de la influenza se centran en los tipos A y B, según el estudio. La influenza tipo C, generalmente produce enfermedades respiratorias leves o ningún síntoma en absoluto. No causa epidemias y no tiene impacto en la salud pública grave como la influenza tipo A y B hacen. Según la investigación, los virus de influenza cambian continuamente, lo que le permite penetrar al sistema inmunológico de sus huéspedes, permitiendo que las personas susceptibles a la infección por influenza la mantengan durante toda su vida. Aunque cada temporada de gripe es diferente, aproximadamente del 5 al 20% de la población contrae la enfermedad cada año. De las personas que contraen la gripe, entre 3,000 y 49,000 morirán de esta o sus complicaciones. Más del 90% de las muertes ocurren en personas mayores de 65 años. El virus de la influenza generalmente pasa de persona a persona por transmisión aérea, como el estornudo o la tos. Sin embargo, el virus también puede vivir durante cierto tiempo sobre los objetos, tales como perillas de puertas, bolígrafos, lápices, teclados, receptores del teléfono y utensilios para comer o beber. También se puede diseminar al tocar algo que ha sido tocado por una persona infectada con el virus y luego frotarse la boca, nariz u ojos. La influenza está calificada como una enfermedad respiratoria. La fiebre y dolores en el cuerpo suelen durar de tres a cinco días, pero la tos y la fatiga pueden durar dos semanas o más. A pesar de las náuseas, los vómitos y la diarrea pueden acompañar a la gripe, otros síntomas como los gastrointestinales, que suelen ser poco importantes, dice la investigación. La “gripe estomacal” es un término incorrecto, que a veces se usa para describir las enfermedades gastrointestinales causadas por otros microorganismos. Sus síntomas se pueden parecer a los de otros males, por lo que es recomendable consultar a su médico. La prevención es la mejor medicinaEl objetivo del tratamiento para la influenza es ayudar a prevenir o reducir la severidad de los síntomas. El tratamiento puede incluir: medicamentos para aliviar el dolor y la fiebre. Es importante destacar que la aspirina no debe administrarse a niños con fiebre sin consultar antes con un médico, pues debe elegirse el acetaminofén (Tylenol). El reposo en cama y el aumento de la ingesta de líquidos es muy importante para ayudar a combatir el virus de la influenza, acompañado de los medicamentos antivirales. La vacuna contra la gripe le protegerá contra tres cepas de la gripe diferentes, incluyendo el virus H1N1 2009. Las cepas de la vacuna deben seleccionarse nueve a 10 meses antes de la temporada de la gripe, debido a que a veces se producen mutaciones en las cepas circulantes del virus entre las cepas de la vacuna de tiempo se eligen y la próxima temporada de influenza.