La magia del vino invade el paladar

Deleitarse con la cultura del vino durante esta época tan especial es una costumbre ya muy arraigada en el país, pues desde hace años los dominicanos dejaron de interesarse en un simple trago, y más bien vivir una experiencia a través del contenido de una botella. Tintos, blancos, rosados... no importa. El vino dice presente en las fiestas y encuentros de oficina, intercambios de regalos, reuniones improvisadas, así como en las mesas de hogares tradicionales o modernos. Según ICEX- España Exportación e Inversiones, entidad pública empresarial que tiene como misión promover la internacionalización de las empresas españolas, este país se posicionó como el mayor exportador de vino a República Dominicana con 9.3 millones de euros durante el año 2012 y con un crecimiento del 6.3 por ciento con relación al mismo periodo del año anterior. Reconocidas bodegas españolas tienen presencia en República Dominicana a través de casas importadoras que han permitido a través de los años el desarrollo de esta cultura. Regiones vinícolas españolas como la Ribera del Duero, la Rioja, Rueda, Priorat, La Mancha, Castilla y León, Somontano, Toro y Rias Baixas tienen presencia en las viñas y cavas dominicanas. Un ejemplo del asentamiento que han tenido en el país los vinos producidos en la Ribera del Duero, son los productos elaborados por Bodegas Protos, cuyos viñedos en su mayoría se encuentran plantados en laderas orientadas al sur, buscando las horas de sol necesarias para una óptima maduración. La vendimia en Bodegas Protos es completamente manual. Una vez que la uva es recepcionada en bodega, se selecciona mediante las llamadas “mesas de selección”. Esta selección se realiza primero racimo a racimo y después grano a grano, asegurando la máxima calidad en este proceso.