La Vida

LUEGO DEL BISTURÍ

Cirugía de papada

En la belleza facial están involucradas muchas estructuras que en conjunto proporcionan la armonía al rostro. Una de estas es la región submentoniana o papada. En los más jóvenes la molestia principal en esta zona es la acumulación excesiva de grasa; en los más adultos preocupa el exceso de piel, la grasa y la formación de bandas platismales (musculares) en la región cervical. Para la corrección de estas molestias, dependiendo del caso, se pueden utilizar diferentes métodos como la liposucción (también llamada lipoaspiración o lipoescultura), el estiramiento o la combinación de ambos. La liposucción se aconseja cuando hay un exceso de tejido adiposo con una buena elasticidad de piel. Generalmente se realiza mediante una pequeña incisión en la piel, por la cual se introduce una cánula conectada a un aspirador, y se consigue moldear la zona del cuello. Puede ser realizada sola o asociada con otros procedimientos. El tipo de anestesia que se utiliza puede ser sedación o intubación endotraqueal. Este procedimiento deja cicatrices poco perceptibles, y en la mayoría de los casos es ambulatorio. Se deben usar vendajes compresivos por un mes. Las molestias son leves y se controlan con los medicamentos indicados por su médico. Los resultados son muy gratificantes. Otro método para embellecer la región submentoniana o papada es el estiramiento. Está indicado en aquellos casos en los que hay excedente de piel y hay que reposicionar los tejidos. Puede combinarse con liposucción. Con el estiramiento se pueden tensar los músculos y la piel flácida, los signos más molestos en edades más avanzadas. Las incisiones se realizan por delante y detrás de las orejas y pueden extenderse hacia el cuero cabelludo, dependiendo de cada caso. La anestesia utilizada puede ser local asistida o intubación endotraqueal. Los resultados son muy buenos, pues al recuperar el ángulo perdido de la zona del mentón y cuello se consigue una apariencia más fresca y juvenil en la cara, el cuello y el escote. El rostro es nuestra tarjeta de presentación. Nos abre muchas puertas, pues no hay dos oportunidades para dar una buena primera impresión. Debemos cuidar de él con todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance. Hay que atreverse a sentirse mejor. Hasta una próxima entrega.

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