LA CUARTILLA
Pleno de injusticias
Me deshabito en esta hora sin límites para limitar algunas consignas al uso en esta temporada de vida, que sin mirar dista poco de la muerte. Y si de distancias concibo rostros cuajados de hambre y de odio; en esa dualidad oscura y sin patria en esa mordida cruel de la abstinencia, he de resurgir para llorar y sin quizá indagarme como hombre en este pleno de injusticias. Muerte mujerA ti nada más verte esta madrugada se me puso la piel de gallina. Me vestí de silencio y salitre; me hice invisible Y pude descifrar tus pupilas en un tañido gris de miel de abeja. Me encorseté de rojas las mejillas, cubrí de brisas mis esquinas: cruces de cemento desflecadas en un desafío de madrugada inmóvil en un coro de dolor por los desposeídos. Me bajé de repente, con la estatura en el piso y el sudor en el cuello. Advenedizo. Rabioso. Ruin. También cerré los ojos para no ver tu ruido ni padecer tu tormento muerte. Mujer. Vastedad.