La Vida

REALIDAD Y FANTASÍA

Gabriel García Márquez

María Cristina De CaríasSanto Domingo

Gabriel García Márquez está perdiendo la memoria. Ya no volveremos a leer una nueva obra maestra salida de la pluma del escritor que elevó nuestro Caribe a las alturas del QuijoteÖ Porque “Cien años de soledad” pudo haber sucedido en cualquiera de los pueblos que se asientan alrededor de esa caldera de maravillas, que es el mar Caribe. A mi modo de ver, modesto, ante la inmensidad de la literatura del premio Nobel, Emma puede ser un personaje García Marquiano. Creo que encaja de maravilla en ese universo. Emma habla con los espíritus de los difuntos, tiene íntimo contacto con la magia y la astrología. Es emprendedora e imaginativa, además de tener un corazón de oro, en donde caben sin inconveniente, todos sus amigos y conocidos. Tiene olfato político, amén de una intuición admirable. Como si esto fuera poco, cocina como un chef cinco estrellas. Hay que ver la maña que se da para arreglarse cuando va de salida y las fiestas que organiza, allá, en su pueblito de Nigua. Además, puede filosofar durante un buen rato sobre el acontecer nacional e internacional. Pensándolo bien, aunque califique como personaje García Marquiano, para suerte mía, seguirá siendo mi factótum y ¡todos podremos gozar de sus ocurrencias!

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