ENSEÑANZA
Una oportunidad de crecimiento educativo
LA ESCUELA SAN LORENZO DE LOS MINA OFRECE UNA SERIE DE OFICIOS Y TALLERES PARA ELLOS
Con la finalidad de insertar jóvenes útiles a la sociedad dominicana y de enseñarles a ser entes productivos, la escuela San Lorenzo de Los Mina ofrece una serie de oficios y talleres para aquellos niños que hayan cursado el ciclo básico y sigan presentando un bajo coeficiente intelectual. En la formación del niño la institución ofrece cursos desde preescolar hasta cuarto de primaria, donde son sometidos al mismo programa de las escuelas comunes, tomando en cuenta la edad mental y no la edad cronológica del infante. Una vez completan su programa de clases, algunos de ellos superan sus dificultades y continúan sus estudios en centros educativos normales; los que no, pasan a un programa de talleres donde aprenden un oficio, como belleza, ebanistería, manualidades, pintura, costura y alfarería, con el objetivo de enseñarlos a ser entes útiles y productivos para la sociedad. Marina González, directora del área de los talleres, expresa: “En los talleres recibimos a los niños que han concluido sus estudios básicos y como no pueden integrarse en las escuelas normales, los pasamos al área de talleres para que se preparen y aprendan un oficio e insertarlos al mundo laboral”. Dice sentirse satisfecha con la labor realizada hasta la fecha con dichos niños. En cuanto a las actividades extracurriculares que se les imparten, figuran clases de canto, música, deporte y recreación. Algunos de ellos han viajado a países como España, Estados Unidos, México y Ecuador a representar a la escuela en competencias como maratones y olimpíadas de niños especiales. El centro posee diversos profesionales de diferentes áreas como psicólogos, pediatras, odontólogos, terapeutas del habla y trabajadora social, quienes se encargan de evaluarlos periódicamente ante y durante su estadía en la institución. Ernestina Grullón, quien posee una personalidad tenaz y dinámica, expuso: “Siempre me preocupaba cuando era maestra en escuelas regulares que había niños que no podían aprender, por lo que cuando se habló de educación especial en el país yo me integré. Me siento contenta de haber elegido esta profesión y de la labor que he realizado, ya que he visto los frutos porque son miles las personas que han pasado por mis manos”. (+)LIMITACIONES Y FALTA DE APOYOUna de las tantas quejas por parte de la institución es la poca ayuda que le otorga el Estado. Recibe una subvención de 30,000 pesos mensuales y el desayuno escolar, todos los beneficios como el Plan Social de la Presidencia y comida por parte de los Comedores Económicos del Estado les fueron suspendidas. Los padres dan una pequeña colaboración de acuerdo con su condición económica. Hay casos de niños que son apadrinados por instituciones como Aldeas Infantiles SOS, que dirigen sus aportes para los infantes más necesitados. Otros problemas que enfrentan es la formación de un vertedero de basura en las proximidades, con el cual llevan una lucha de más de seis años y las autoridades correspondientes no les han resuelto el caso. TrayectoriaErnestina Grullón, quien originalmente es maestra de educación normal, empezó a impartir clases desde muy joven en un campo llamado La Bajada, de su natal San Francisco de Macorís, el 5 de abril de 1945. Tras 20 años de labor docente viene a Santo Domingo a trabajar en la escuela Fidel Ferrer, donde realiza su especialidad de educación especial. También adquirió conocimientos en universidades extranjeras. Ha trabajado en el Departamento de Educación Especial del Ministerio de Educación y en la Asociación Dominicana de Rehabilitación. El pasado miércoles, Grullón fue reconocida con el Premio Fundación Corripio en el renglón Ciencias Sociales (educación).