La Vida

PSICOLOGÍA INFANTIL

Los niños y sus emociones

LOS SENTIMIENTOS DE LOS NIÑOS SE MANEJAN DE ACUERDO A LA EDAD, PUES VIVEN UNA ETAPA EN LA QUE NO SE PUEDEN EXPRESAR VERBALMENTE

Aunque muchos padres lo ignoren, los niños son capaces de expresar emociones de alegría y tristeza desde el útero de su madre. Por ello, hay que motivarlos y darles muestras de cariño durante el embarazo, ya que el simple hecho de venir al mundo es un trauma para ellos, porque deben acostumbrarse y adaptarse a un lugar donde hay luz y ruido. Luz Marina Cortázar, directora del Instituto de la Familia, expresa que los niños, al igual que los adultos, manifiestan las mismas emociones. En el caso de los niños hay que saber manejarlas tomando en cuenta su edad, pues cuando están pequeños no saben usar las palabras que definen una emoción. Es a partir de los siete años cuando empiezan a describir sentimientos de frustración o malestar por dolores de estómago, de cabeza u otros. ¿Cómo ayudar? Saber cómo manejar las emociones de los pequeños es muy importante aunque para algunos padres puede resultar la tarea más forzosa de sus vidas. La psicóloga Roxana González, del Centro Vida y Familia, señala que los niños pueden desarrollar un trauma si sus emociones no son bien manejadas. Es por esto que los padres deben de tratar a sus pequeños con amor y paciencia para que sus propias emociones no les afecten en el futuro. “Generalmente consideramos que las emociones son como algo que está afuera de nosotros y que nos invade, pero cada ser humano es responsable por sus emociones”, manifiesta Cortázar. La psicóloga recomienda a los padres aprender a modelar en los niños el manejo de sus emociones, que comprendan los sentimientos de los infantes y les enseñen a controlarlos. “Lo más recomendable es saber tratar al niño, enseñarle que todo tiene su límite, pero siempre hablarle con amor, no gritarle ni hacerlo sentir mal porque eso afecta a sus emociones”, dice González. TOMAR EN CUENTA SUS ACTITUDES Los niños actúan de manera inocente y fácilmente pueden manipular a sus padres, pero los padres deben demostrarles que ellos, los adultos, son los que tienen la autoridad. Sin embargo, Roxana González especifica que las actitudes de los niños hay que tomarlas en cuenta porque no todos dicen o expresan lo que sienten verbalmente. Los dibujos, los gustos (caricaturas, ropa, juegos, etc), la forma en que se expresan y se comunican con los demás dice mucho de ellos y es un factor que los padres deben tener en cuenta en el desarrollo emocional de sus niños. Los padres y el desarrollo del niñoUna buena relación entre los padres puede garantizar el desarrollo emocional de sus hijos, pues crecen en armonía y en tranquilidad. Pero si los padres no tienen buena relación como pareja y lo manifiestan en frente de sus hijos, pueden alterar sin darse cuenta -por pensar que sólo son niños y que no saben de eso- los sentimientos de los pequeños. “A pesar de que los padres estén divorciados esa no debe ser una razón para que los niños se sientan excluidos de la vida de sus progenitores, está en ellos hacerlos sentir importantes en su vida y que la relación de la pareja no tiene por qué afectarles”, manifiesta la psicóloga Roxana González, del Centro Vida y Familia. En ese mismo orden, Luz Marina Cortázar, del Instituto de la Familia, indica que no se puede hablar de cómo se afectan las emociones, porque lo que se afecta son los sentimientos que generan una emoción. Los niños de padres divorciados generalmente presentan sentimientos de inseguridad, manifiestan ansiedad, se vuelven más inquietos, el aprendizaje se afecta porque pierden la concentración... hay muchos indicadores emocionales por el divorcio de los padres. La situación es más complicada si los padres son divorciados porque el niño puede sentir que vive dos crianzas y aprende costumbres diferentes, por eso lo más idóneo para no dañar a los pequeños es que los padres tengan un divorcio sin mayores conflictos, algo muy difícil de lograr pero no imposible. Para esto podrían recibir ayuda profesional, tratarse por lo menos de forma cordial como padres, pues ya no serán pareja. El vínculo que los une es su rol de padres. Algo que los padres deben tener presente, estén juntos como pareja o divorciados, es qué decirles a sus hijos sobre ellos. Cortázar dice que es vital que ambos hablen con sus hijos, pero antes deben recibir la orientación de un profesional. A la hora de hablar con sus hijos, tanto el padre como la madre, no deben involucrarlos en asuntos de pareja, tampoco deben descalificar la imagen del otro frente a sus hijos porque para ellos es muy confuso, ya que el amor que sienten por ambos es igual y eso sería maltratar emocionalmente al niño o niña. Cortázar enfatiza que es de gran importancia que los padres desarrollen una cultura de buen trato porque los niños aprenden cómo se deben tratar en la familia y en la sociedad. Hogares violentos, hostiles, harán que ellos aprendan este trato y la violencia permanezca por generaciones.

EMOCIONES FUERA DE CONTROL Para no alterar las emociones de sus hijos, los padres deben controlar sus propias emociones.

“Muchas veces queremos controlar las de los demás. Cada uno es responsable de sus emociones”, dice Luz Marina Cortázar. Añade que es importante para el buen desarrollo emocional de los hijos, que los padres puedan entender y comprender sus sentimientos, aprender a comprender sus propias emociones. Los niños aprenden a utilizar sus emociones para alcanzar un propósito. Los padres deben comprender dicho propósito para ayudar al niño a ser responsable y esto se logra con una disciplina positiva, señala Cortázar.

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