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LITERATURA

Final ganador Tec 2010

EL PRIMER LUGAR RECAYÓ EN EL JOVEN DANIEL ARMANDO REYEZ BACHA, DEL COLEGIO DOMINICANO DE LA SALLE

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Daniel Armando Reyes BachaSanto Domingo

… Tome asiento en uno de esos muebles cuyos colores oscuros, y tintados de suciedad estaba cansado de ver. Mire la figura de don Carlos mientras agregaba ese cuadro que tanto odiaba a su infinita colección de objetos al azar. Los mismos viejos comentarios de este señor traspasaron mis oídos, como canciones en tu cabeza que nunca dejan de sonar, y yo siempre dando las mismas respuestas de siempre, tratando de no dejar ver mis inquietudes por estar, en tal monótono lugar, al mover mis piernas frenéticamente como si el piso del lugar estuviera en llamas. Vi la figura de Oswaldo allá en la puerta principal, recordándome que tenía motivos por los cuales podía salir de la casa de don Carlos, tenia pendiente también que mi madre estaría allí esperándome para darme razones por las cuales no podría estar libre el resto del día. La figura escuálida de don Carlos vino hacia mí con pasos uniformes. Yo me dispuse a recibir la remuneración del empeño del cuadro de La Ultima Cena, siendo la primera vez que sentiría que algo nuestro, de mi hogar, no lo llegaría a extrañar. “Estas creciendo, te pareces a tu padre”, dijo él, y yo sorprendido por las novedades que salían de su boca, le sonreí con una carcajada forzada y dije: “así es” mientras me dirigía a la salida. Dando la mirada de “vámonos” a mí amigo, quien esperaba fuera de la casa. Mientras caminaba por el sendero de baldosas negras del zaguán, a las cuales ya no les tenia cuidado de tocar, me puse a recordar como eran las cosas antes, cuando teníamos la radio, la vajilla de Micaela, el despertador de Julia, y todas las demás cosas que se nos fueron arrebatadas voluntariamente por necesitar dinero para subsistir todos los días. Mama, sin embargo, aunque parecía una madre dura y autoritaria, mostraba sus debilidades mas internas al abandonar las pertenencias del hombre al que tanto amaba. Vi un día como lloraba a solas en su habitación, apretando y estrujando la camisa favorita de papa, como si tuviera miedo que su última esencia y su último recuerdo desaparecieran si la soltaba. Tío Alonso siempre le decía, que él no estaba ahí, y que jamás lo estaría, aunque eran duros sus comentarios, mama los aceptaba y yo ponía en práctica la actitud fría de mi tío, por el bien de mi madre. Llegamos a mi casa, yo con el juego de futbol aun en mis pensamientos, y di a esa señora que me esperaba un abrazo vago que reflejaba mi personalidad, y de paso entregue el dinero que traía esperanza al hogar. Parado allí vi la foto familiar al fondo, yo al lado de la figura de mi padre, me dije a mi mismo que teníamos un parentesco del cual podría presumirles a todos luego. Me dispuse a salir al parque, Oswaldo detrás de mi, yo con mi balón querido en mis pies, rodando como si la vida no acabara nunca, mientras se lo pasaba a Oswaldo y el me lo pasaba de vuelta a mi. Divise cerca de nosotros un niño con sus padres, me vino el recuerdo fugaz de cómo yo también llegue a experimentar tales acciones. Ya habían pasado unos cinco años desde que papa murió por su enfermedad. Mi edad en esos momentos no me permitía entender por que se había marchado, el por que se había marchado mi compañero de futbol tan querido, a quien molestaba todas las tardes para que me llevara a ese mismo parque a jugar y ver las horas pasar hasta que uno de los dos irremediablemente se cansase. Supongo que por él empecé a jugarlo y trate de hacerlo mío, aquel deporte, cuando me gustaba el futbol. CULMINA TERMINEMOS EL CUENTO 2010 Plan LEA y Unión Latina culminaron con gran éxito la XIX edición del concurso de literatura juvenil Terminemos el Cuento. El ganador del primer lugar es Daniel Armando Reyes Bacha, estudiante del Colegio Dominicano de la Salle, quien recibió como premio un viaje cultural a Montevideo, Uruguay, con todos los gastos pagados. Las menciones honorificas recayeron en: Elianny Aimée Lantigua, del colegio Divina Providencia; Laura Victoria Hernández Carzolio, del colegio San Judas Tadeo y Natalia Peralta Rincón, del centro educativo “Mi Colegio”. La labor de elegir a los ganadores fue de un jurado integrado Rafael García Romero, Rafael Peralta Romero, Tomás Castro Burdiez y Mateo Morrison, destacadas personalidades del mundo literario y artístico. Según expresó el jurado, el final ganador tiene un desarrollo lógico uniforme, que hace coherente y única la propuesta. Además, el texto contiene limpieza y conexión en el uso del lenguaje, que permite valorar el nivel de responsabilidad del autor con la lengua.

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