Seis días resumidos de DM10

Hoy somos muchos los que despertamos con el deseo de ver más. Si, más de los nuestros. La moda dominicana en los últimos años ha dado un giro de ciento ochenta grados gracias a eventos como este. Son muchos los diseñadores capacitados en sus áreas, cada uno con un sello muy particular, pero también son muchos los que carecen de creatividad y originalidad. Éstas dos últimas fueron muy marcadas en esta quinta versión de DM. Me quedé con todas las ansias de ver más de algunos diseñadores, pude observar un manoseado estilo futurista, cortes estructurados muy vistos -muchos queriendo seguir el sello de otros- y lo más chocante fue ver colecciones idénticas a las ya presentadas por ellos mismos en años anteriores, con la única variante en colores y texturas. Era como ver una segunda parte y, como bien dicen: “las segundas partes nunca son buenas”. Muchas veces si necesitamos de un gran show, esto particularmente a mí me gusta en las colecciones, pero este no siempre nos funciona o cumple con nuestros objetivos. Sin lugar a dudas, la entrega número cinco de este evento de la moda dominicana nos deja el buen sabor y el orgullo como país latino. Ya no sólo somos conocidos por nuestras reinas de belleza, el béisbol o las noticias amarillistas, hoy debemos sentir orgullo de nuestros talentos en la industria de la moda. Gracias a ellos y al equipo de Dominicana Moda, la historia es otra.