ECOTURISMO
Jimenoa I, la perfección hecha paisaje
NATURALEZA, HISTORIA Y ECONOMÍA RURAL ADMINISTRADA POR LOS MISMOS QUE PROTEGEN SUS RIQUEZAS
La comunidad de El Salto co-maneja la cascada más alta del municipio de Jarabacoa, la que, junto con su salto hermano, el Jimenoa II, conforman el Monumento Natural Salto de Jimenoa. Pero nada de comparaciones. Sus moradores y guías aseguran que visitar el Jimenoa I es mucho más entretenido porque ofrece más opciones ecoturísticas, como el recorrido por un tupido e inclinado sendero hasta sus aguas que es, a la vez, paraíso y calvario de los exploradores faltos de ejercicio. Las formaciones rocosas que yacen en su lecho o se levantan en sus orillas, la playa que se extiende bajo la cascada, los charcos que deja la corriente y la diversidad de plantas y animales que nutren su ecosistema terminan dándoles la razón. ¿Cómo ha logrado una comunidad de 266 habitantes empoderarse y convertir la zona en un proyecto modelo de sostenibilidad? La perfección hecha paisaje El Salto Jimenoa I fue descubierto a principios del siglo XX por unos ingleses que participaban en la construcción de la hidroeléctrica sobre el río Jimenoa. De aquella época se conservan las ruinas de una chimenea de ladrillos que los trabajadores construyeron para hacerle frente a un frío legendario que ha desaparecido con los años, por lo menos en verano. La comunidad se apoderó del lugar y decidió administrarlo cuando depredadores del turismo decidieron explotar el lugar de manera arbitraria y sin tomar en cuenta al medioambiente. A lo largo de un sendero de 1.4 kilómetros, son paradas de la ruta la visita a la chimenea, un parador para discapacitados que pueden observar el salto desde lo alto, varios puntos donde pasan riachuelos y otros desde donde se observan vistas panorámicas del municipio de Jarabacoa. Del majeno del lugar se encarga con celo y empeño la Asociación para el Desarrollo Sostenible de la Comunidad El Salto de Jimenoa, conformada por un grupo de 30 personas. “Es que no queremos depredadores”, dice Luz Mercedes, guía ambiental y maestra de la comunidad, “queremos conservar el área como está para que pueda ser disfrutada en su estado virgen; para eso nos esforzamos”. Es ella quien aclara el nombre del salto: “Es el número 1 porque es el más alto (tiene 75 pies de altura), no por su ubicación. Alrededor de 500 metros lo separan del Jimenoa II, que suele ser más visitado por su fácil acceso desde la carretera. Colaboración La Asociación recibe el apoyo de la Alianza Dominicana para el Turismo Sostenible (DSTA) en materia de organizsción y logística para que reciban el permiso de uso del área, mientras que en la promocion y preservación son asesorados por el Programa de la USAID para la Protección Ambiental, ejecutado por The Nature Conservancy (TNC) y el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec) con la colaboración institucional del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Como se encuentra en el área de amortiguamiento de la Reserva Natural Ebano Verde, también reciben asistencia de la Fundación Progressio, que la administra. Cómo llegar. Desde el pueblo, tome la carretera Jarabacoa-Constanza por dentro hasta la comunidad de El Salto. La entrada, con guía incluido, le cuesta 50 pesos a los dominicanos y 100 a los extranjeros. BUEN USO DE LOS RECURSOS NATURALES JUANA PEÑA, técnico de vida silvestre de la Dirección de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, formó parte del equipo que hizo el levantamiento de la flora y la fauna del Monumento Natural Salto de Jimenoa. Explica que los comunitarios han dado un buen uso a los recursos del entorno y con su trabajo y vigilancia han logrado manener la estabilidad. En los rastreos e investigaciones, Vida Silvestre registró abundancia de pino occidental y caribea, yagrumo, palma real, Juan Bobo, copey, Juan Primero y cayena; siete aves endémicas y tres migratorias, culebras y murciélagos. Crear conciencia en el entorno Los ingresos que perciben las familias por el uso del Salto Jimenoa 1 son usados, principalmente, para resolver problemas básicos de la comunidad, que se encuentra a unos 6 kilómetros del centro de Jarabacoa. Aunque se esfuerzan por mantener limpio el entorno, el principal problema que enfrentan los guías y voluntatarios es la basura que llega hasta el salto arrastrada desde su curso alto a su paso por comunidades ajenas al proyecto. En ese aspecto, Luz Mercedes indica que están necesitando la realización de talleres en las localidades cercanas para que se involucren y tomen conciencia de la conservación del área protegida. Si la ayuda fluye, en los próximos años esperan completar otros proyectos que mejoren las ofertas, como la construcción de un restaurante y cabañas ecológicas y la habilitación de otro sendero que permita el uso de mulos para bajar hasta el Salto.