Llegamos a Roma

Me siento muy honrada por todas las muestras de aprecio y apoyo que, ya sea en persona, a través de llamadas, o por correo electrónico constantemente recibo por “Tercer Camino”. Las acepto con humildad y siento que mis lectores, a quienes respeto enormemente, son mi fuente de crecimiento para tratar de hacer de mi columna un recurso de reflexión. Valoro por igual todo tipo de comentarios sobre mis artículos, no importa de donde vengan, y a través de ellos hemos viajado a muchos rincones de nuestro país, a Puerto Rico, Estados Unidos y hasta España. Por eso quiero compartir con ustedes que este jueves que pasó, llegamos a Roma. Aquí les va parte de un hermoso correo que recibí desde esa ciudad y que disfruté leyéndolo, tanto como disfruté escribiendo “Mentiras Piadosas”: “Gracias a la maravilla del Internet, desde lejos he podido disfrutar de su artículo “Mentiras piadosas” el cual dedica a su padre. Lo acabo de leer a esta hora cuando en Santo Domingo son las 1.10 de la tarde y acontece la lluvia, mientras que en Roma ya el sol a las 7 de la noche está pensando-en pleno verano- que casi le toca ir a dormir después de tenernos todo un día bajo su candente energía. Excelente!! La felicito. Pienso que muchos tuvimos la misma experiencia suya. Usted retrata muy bien la feliz infancia que tuvimos algunos privilegiados que aún sin tener nada, lo tuvimos todo! Mi infancia con esas mismas promesas, sin tantas modernidades que tienen a su alcance hoy en día nuestros hijos y nietos, fue UNICA! Subirme a un árbol de guayaba, caminar haciendo equilibrio por toda la verja de block, jugar a la latica, caminar descalza, y eso solo para no cansarla. Mis Reyes Magos fueron perfectos!! Tengo cuentos estupendos, y bendigo a Dios por el maravilloso tiempo que me permitió vivir de la época que usted rememora. Reciba mis felicitaciones de nuevo. Gracias por ocuparse de guardar en la memoria del periódico cosa que para los hijos del futuro tal vez sean impensables. “Mentiras piadosas” breve pero estupendo. Le aseguro mi lectura a sus próximos artículos. Saludos, Rita De Moya de Grimaldi.” Gracias a todos por permitirnos viajar...