Los probióticos, bacterias amistosas

El consumo de alimentos probióticos está más de moda que nunca y, sin embargo, son muchas las preguntas que los consumidores se hacen alrededor de estos microorganismos vivos agregados no sólo a productos lácteos fermentados como los yogures y ciertos vegetales, sino a barras energéticas, dispensadores de olores y hasta tampones. De origen griego, probióticos significa “a favor de la vida” y también se les llama bacterias amistosas, porque conviven en el tracto intestinal en simbiosis con el cuerpo reportándole muchos beneficios al organismo, especialmente en la prevención y tratamiento de trastornos intestinales. Para analizar tendencias, compartir estudios y responder preguntas, unos 80 especialistas celebraron en el país la Cuarta Reunión Latinoamericana de Expertos en Probióticos, patrocinada por el grupo farmacéutico Sanofi Aventis. A diferencia de los prebióticos, indica la experta en microbiología de alimentos y conferencista principal Mary Ellen Sanders, de Estados Unidos, los probióticos son microorganismos que se mantienen vivos y activos en el organismo ayudando a revitalizar la flora intestinal y a prevenir enfermedades. Los prebióticos, en cambio, están presentes en forma de azúcares o carbohidratos en los alimentos pero, al ingerirlos, se fermentan y salen. Tanto prebióticos como probióticos son considerados alimentos funcionales porque además de nutrientes aportan mucho a la salud. MÁS BENEFICIOS EN LA PREVENCIÓN En el caso de los probióticos, ¿son indispensables para la vida?, se preguntan muchos. ¿Altera el organismo el exceso o la ausencia de estos microorganismos? Según Sanders, en los estudios que han realizado nunca han registrado niveles tóxicos de probióticos por exceso de consumo, porque no todos son capaces de hacer colonización para mantener estable la flora intestinal. Sí está demostrado, dice, que el uso prolongado de antibióticos y la proliferación de bacterias patógenas en el organismo pueden causar infecciones, diarreas crónicas e inflamaciones intestinales. Y que los probióticos son beneficiosos no sólo en estos casos, sino que resultan efectivos para prevenir la vaginitis, la colitis, las alergias, las infecciones respiratorias y la enterocolitis necrotizante, un tipo de diarrea del recién nacido. Los probióticos y la flora intestinal El organismo tiene todo tipo de bacterias que mantienen su equilibrio floral. Hay flora en la piel, en el intestino, en la orina, en todas partes”, explica la nutrióloga Dolores Figueroa. Como los probióticos son microorganismos vivos buenos, su consumo garantiza una flora intestinal saludable. ¿Cómo se obtiene? Muchos son sacados del mismo tracto intestinal a través de muestras fecales o biopsias, explica Mary Ellen Sanders. De hecho, hay muchos tipos de probióticos hechos a partir de alguna cepa de microorganismo: lactobacilo, saccharomyces, claussi, etc. Sin embargo, los probióticos tienen indicaciones específicas y hay que tener cuidado con su uso porque son parte de un tratamiento, no un método de curación en sí, indica Ana Teresa Abreu, gastroenteróloga mexicana presente en la reunión de expertos en probióticos. Cuando existe sobrepoblación bacteriana, expone como ejemplo, es decir, un exceso de bacterias patógenas en el intestino que se manifiesta por distensión y diarreas ocasionales y periódicas a veces antecedidas por un cuadro infeccioso, se usa un antibiótico que matará tanto las bacterias malas como las buenas. Como la flora intestinal se ve afectada totalmente, por un lado “se usan los probióticos para que vayan introduciendo bacterias buenas o para que prevalezca lo que queda de bacterias buenas” y por otro lado para que se adhieran a la mucosa y con eso evitar que lleguen gérmenes patógenos a colonizar otra vez al huésped. Más que alimentos En realidad, dice Mary Ellen Sanders, más que alimentos debería decirse productos probióticos, porque hay tampones probióticos, eliminadores de olores probióticos y hasta barras energizantes probióticas. ¿Cómo se le introduce probióticos a un tampón? Sanders dice que no tiene idea, pero que todo es posible en el campo de la farmacéutica. “Se presentan en gotitas de aceite, en polvo, en tabletas, en cápsulas. Todo depende de cómo se embalse”, indica a su vez Figueroa. Aunque sí son medicados en casos de diarrea, en individuos sanos los probióticos se usan para prevenir complicaciones y para complementar los tratamientos, no como única alternativa de cura. Por ello, indica Sanders, hay que ser muy cuidadosos con pacientes bebés y ancianos en estado crítico, porque el uso de probióticos no garantiza una cura en sí. SANOFI AVENTIS LANZA NUEVA PRESENTACIÓNSanofi Aventis aprovechó la Cuarta Reunión Latinoamericana de Expertos en Probióticos para lanzar en el país una nueva presentación del probiótico Enterogermina, utilizado para tratar alteraciones intestinales y mejorar la flora intestinal bacteriana. ¿Cómo funciona? En el mercado y en la industria alimentaria hay muchos tipos de probióticos, explica Ana Teresa Abreu. “Los probióticos que son lactobacilus tienden a estreñir y los que son a base de bifilobacterias tienden a lactar”. Según Abreu, una de las ventajas del producto Enterogermina “es que justamente favorece que prevalezcan los lactobacilus y las bifilobacterias que están en el intestino como población normal, que exista un equilibrio entre ellas dos y que además haya una normalización en el tránsito intestinal”. Este probiótico está compuesto por 2 billones de esporas de bacillus clausi, bacterias que aumentan las defensas del organismo. El producto ya tenía cuatro años en el mercado dominicano en forma de frascos de 5 mililitros. La nueva presentación es una caja de doce cápsulas.