ADICCIÓN
Cuando jugar es peligroso
“Cuando me vi en la más deplorable bancarrota, mi familia destruida y debiendo hasta el alma, fue entonces cuando acepté que había llegado demasiado lejos. Era un adicto al juego”, rememoró con un halo de tristeza César, un ex adicto. “Lo curioso es que aún no sé exactamente cómo comenzó. Recuerdo cómo me emocionaba cuando los dados me favorecían. La adrenalina corriendo por mi sangre, la euforia y el deseo de ganar era el motor que me impulsaba a jugar. Cuando mi esposa se dio cuenta de que nunca teníamos dinero para comprar un carro o hasta para comer porque todo lo gastaba jugando, me dejó. Tuvo la vida que darme muchos golpes para darme cuenta de mi condición y buscar ayuda. Ahora que me recuperé, lo único que deseo es volver a estar con mi familia”, suspira César. El siquiatra especializado en adicciones y director de la Clínica Reno, Jorge Reyes, y su hijo, también experto en adicciones y que ejerce en Texas, Jorge Reyes hijo, explicaron que la adicción al juego o ludopatía es más común de lo que se cree. “Ocho de cada 100 personas en República Dominicana sufren de este trastorno”, señaló Jorge Reyes padre. La ludopatía se define como un impulso irreprimible de jugar a pesar de ser consciente de sus consecuencias y del deseo de detenerse. “En el ludópata, existe una dependencia emocional y una pérdida de control hacia el juego”, explicó el director de la Clínica Reno.