TRAS LAS CORTINAS
Al maestro de maestros: Mike Mercedes
Buenas tardes. No quisiera contagiarlos con mi tristeza, pero estoy segura de que su corazón, al igual que el mío, llora la partida física del maestro Mike Mercedes. Ese extraordinario ser humano que paseó la gastronomía dominicana por los más apartados rincones del mundo en momentos en que hablar de nuestro país era hablar de taparrabos y tierra desconocida. Mike: los que te quisimos y seguiremos queriendo. Recuerdo la última entrevista que, para este diario, le hice al maestro hace unos meses en su residencia, donde me conversaba con el entusiasmo que le caracterizó de sus galardones y fotografías con reyes, papas y dignatarios. Allí conversamos de su encuentro con Golda Meir, los Reyes de España, de los Rockefeller, Jacqueline Kennedy, Aristóteles Onasis, Hugo Chávez, mandatarios a los que sirvió desde Trujillo para acá, y de su amistad con muchas familias aristócratas, funcionarios, políticos, figuras, personalidades e instituciones a las que sirvió y que brillaron por su ausencia para darle el último adiós. Pero allí estuvimos, los que lo queremos y seguiremos queriendo aún después de la eternidad. Allí estuvieron los chefs que le hicieron un homenaje, la Asociación de Limpiabotas, doña Mery de Marranzini, Malvina, aquella mujer que hacía sus arreglos florales, quien lloraba desconsoladamente su partida, y Lissa, su amiga y compañera de 25 años. Allí estuvimos los que quisimos de verdad al maestro. A ese maestro insustituible, a ese hombre en el que más nobleza, desprendimiento y cualidades humanas no cabían. “Nada trajiste, nada te llevarás”Siempre lo recordaré con la frase de la cual hizo su modo de vida: “Nada trajiste, nada de te llevarás”. Recuerdo aquel día que le dije: “Compadre, usted tiene una capacidad de desprendimiento extraordinaria”. Y me contestó: “Comadre, es que cuando uno nace nada trae. ¿Usted no ve que cuando uno muere le colocan las manos hacia abajo? Eso quiere decir: ‘nada trajiste, nada te llevarás”. Hoy quiero compartir con ustedes estas palabras escritas por su incondicional amiga la doctora Zoila Martínez de Medina, y con las que lo despedido en el camposanto. “Decir Mike Mercedes es evocar de inmediato los colores, aromas y sabores de exquisitas comidas. Es hablar de la solidaridad en su máxima expresión. Es remontarnos a la esencia de la genuina amistad, amistad entera, sin fisuras ni dobleces. Es hablar de la generosidad, nobleza y desprendimiento sin límites. Es reafirmar la dominicanidad en su máxima expresión.Es hablar de dignidad, lealtad, honestidad, galardones y condecoraciones en reconocimiento a su esfuerzo, dedicación, superación y amor al trabajo digno y enaltecedor. Hablar de Mike Mercedes es recordar que traspasó la propia frontera, estampando sus huellas y constituyéndose en Orgullo Nacional, al darle a la gastronomía lustre y brillo. Hoy, Mike emprende uno más de sus tantos viajes, en esta ocasión sin regreso, pues va a regiones desconocidas, pero no se va solo, se lleva parte de los afectos que prodigó y recibió a manos llenas. Decir Mike Mercedes es afirmar que fue el mejor exponente dominicano en el arte de la cocina a nivel nacional e internacional, y que a pulso creativo se queda en los registros gastronómicos de la historia de la República Dominicana. Se va dejando tras si un hermoso legado a la presente y futura generación de todos los que aman, que nacieron o cultivan el arte del buen comer. Sé que el maestro, maestro de maestros, maestro del buen comer y del buen vivir, le deja a la joven generación como legado una fuente inagotable de conocimientos donde nutrir su espíritu. Cuando hablemos de mi Mike Mecedes no lo imaginemos yerto en su sepultura, regocijémosno pensando que con su don maravilloso de saber cocinar se convirtió en un ícono que tocó y se posicionó en las más altas cumbres. Decir Mike Mercedes es hablar de creatividad, amor, flores, rosas, jazmines, orquídeas, lirios, azucenas, margaritas, montecasisnos, hortensias y un arcoiris con sus brillantes colores. Es recordar frutos y manjares para dioses, reyes y dignatarios. Pero también es recordar el mar azul, ríos, bosques montañas y fuentes cristalinas. Mike, aquí, estamos los que te queremos, y seguiremos queriendo, pero no para decirte adiós, sino hasta luego, adorado, querido y recordado por siempre maestro de maestros, Mike Mercedes”.