Más creencias y el temor que causa el trece

Santo Domingo.- Creer ciegamente en supersticiones aleja de la realidad, pero conocerlas es sin duda un aspecto que enriquece el folclor mágico-religioso de los pueblos. Además de los símbolos, objetos y acciones que causan mala suerte y de aquellos que ayudan a liberarse de ella, otras supersticiones se refieren a aquello que trae la bonanza, aleja “lo malo” y augura bienestar. Es el caso de colocar una herradura detrás de la puerta, derramar el vino, encontrar un trébol de cuatro hojas, hacer uso del número siete o atrapar el ramo de la novia en una boda (para las mujeres). En contraposición a esto, el número 13 (que se encuentra en la fecha de hoy precisamente acompañado del día de la semana en que se considera de mal augurio) ha sido polémico en toda la historia de la humanidad. Tando rechazo ha generado, que incluso ha sido el causante de una fobia: la triscaidecafobia, que es popular y suele revelarse en las más curiosas formas. Miedo al 13Antes de su crusifixión, Jesús comió en una mesa de 13 comensales. Loki, el dios nórdico maligno era el décimo tercero del panteón y más tarde también Luzbel (o Satán) fue el treceavo ángel. Los templarios fueron quemados en la hoguera un viernes 13 de 1307 y el tarot tiene marcada a la muerte con este número. Por todo esto y mucho más el resultado de la suma de 12 más uno atemoriza a unos cuantos. Estados Unidos y otros países donde esta fobia es popular tienen muchos edificios que omiten el piso 13, saltando del 12 al 14. Esto también se aplica a números de casas o habitaciones de hospitales y filas de los aviones. Ciertas ciudades evitan el número en la numeración de sus calles. El número también se evita en los participantes de competiciones de automovilismo y motociclismo. Un caso en extremo curioso es el del talentoso compositor y pintor Arnold Schoenberg, vienés judío que emigró a los Estados Unidos y padecía la triscaidecafobia. Schoenberg tuvo tan mala suerte que ironicamente, nació y murió el día 13 del mes, a la edad de 76 años (7 + 6 = 13). Otro al que no parece gustarle el 13 es el cantautor español Joaquín Sabina, quien en su disco Alivio de Luto la pista que sigue a la doce es la “+uno”.