La Vida

¿QUIÉN ESTÁ EDUCANDO AL PUEBLO?

¡Ojalá todo el pueblo fuera profeta!

Maruchi R. De ElmúdesiSanto Domingo

Este deseo de Moisés, en la Primera Lectura de hoy, ante la inquietud de un joven preocupado porque otros estaban profetizando fuera del campamento, y cómo Moisés se sentía feliz de que otros se atrevieran a hacerlo, nos hace ver la necesidad que todavía hay hoy, de “profetas” para el Reino. A veces tememos hablar en público, no nos sentimos nunca preparados para llevar el evangelio a los demás. Y cómo se nos olvida que simplemente debemos ser testimonio de lo que creemos y vivimos, y hacerlo partícipes a los otros, enseñándoles que sí se puede. Tenemos necesidad de obreros que trabajen en la Viña del Señor en estos momentos en que ya los cristianos no tienen el “poder” de ser la gran mayoría en este mundo cada vez más pagano e indiferente, relativista y materialista. Hemos dejado el campo libre a los enemigos del Señor, con nuestra apatía y dejadez. Es hora de asumir nuestra responsabilidad de cristianos comprometidos con nuestra fe. El pasado jueves 24 de septiembre Día de Nuestra Señora de las Mercedes, el Movimiento Familiar Cristiano quiso celebrar sus 45 años de evangelización de la familia dominicana, con una gran concentración en La Barranquita, Santiago, invitando a su membrecía a ser profetas del mundo de hoy. A formarse bien, para perder el miedo de salir fuera a evangelizar a las demás familias que tanto necesitan de nuestro ejemplo para vivir el amor de Dios en familia, en estos tiempos tan conflictivos, y poco generosos. Se desbordó la alegría de haber encontrado a ese Jesús que es nuestro Camino, Verdad y Vida. ¡Cuánto placer en compartir tantos hermanos en una misma fe, de todo ese tesoro “que es ser instrumento del Espíritu de Dios, en Iglesia, para que Jesucristo sea amado, adorado, anunciado y comunicado a todos, no obstante todas las dificultades y resistencias. Este es el mejor servicio que tenemos que ofrecer a las demás familias del País. ¡Cuántas familias completas, padre, madre e hijos, compartiendo en mismo pan del Evangelio! Y es que tenemos que comprender que el mundo de hoy ya no es tan cristiano como antes. Y como nos dice San Pablo tenemos que prepararnos: “Tomen las armas que Dios da, para poder hacerles frente en el momento difícil y acabar el combate sin perder terreno.

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