SALUD
Las libras de más reducen el bienestar
Someterse a un régimen, como quien abre un paréntesis y después sigue con su vida sin ninguna lección aprendida, no sólo no adelgaza a medio plazo: engorda. “Al cabo de dos años, lo que se ha perdido se recupera, probablemente con algunos kilos más de propina”, advierte Felipe Casanueva, del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición. “El síndrome de recuperación del peso es una fase complicada en la que pueden surgir problemas de hipertensión”, añade Susana Monereo, jefa de endocrinología y nutrición del hospital Universitario de Getafe, Madrid. Cuando se trata de ahorrar energía, el ser humano es “tacaño y avaro”, apunta la endocrinóloga Clotilde Vázquez, jefa del servicio de nutrición del hospital Ramón y Cajal de Madrid, lo que significa que si nos saltamos una comida, nuestro organismo se pone en guardia para gastar menos. Y cuando la siguiente tanda de alimentos cae en el estómago, se lanza por ella exprimiéndola hasta la última caloría. Esta característica, que ha favorecido nuestra supervivencia como especie, en época de abundancia se convierte en una maldición para muchas personas. “Cuanto más gordo estoy, más ayuno, con lo que se disparan los mecanismos ahorradores y más engordo”. Así explica la doctora este círculo vicioso. Reflexión y cambio“La única manera de adelgazar y mantenerse es cambiar de vida”, sentencian los expertos. Párese a reflexionar: ¿por qué ha engordado?, ¿hace menos ejercicio que antes?, ¿ahora no come en casa?, ¿ingiere la suficiente cantidad de fruta y verdura?, ¿pica más entre horas? Una vez detectada la causa, el remedio estará más claro, que no más cerca. “No queda otra que renunciar a cosas que nos causan placer”, reconoce Casanueva. El elemento disuasorio definitivo, según Monereo, es la calidad de vida. “Una persona sólo mantendrá lo perdido si percibe el adelgazamiento como un beneficio para su salud”, sentencia. La persona se mantendrá firme sólo si sabe que controlando los michelines reducirá el peligro de que se le dispare el colesterol y los triglicéridos, de sufrir hipertensión, apnea del sueño y dificultades respiratorias, dolores de espalda y otras enfermedades. MITOS SOBRE LO QUE ADELGAZA Y ENGORDA ¿El metabolismo cambia?Pues no lo hace; sólo cuando hay una enfermedad. Cambian los estilos de vida, aumenta el sedentarismo o los malos hábitos alimentarios. ¿Beber mucha agua adelgaza?El agua, con 0 calorías, es neutra, ni engorda ni adelgaza. Lo único cierto es que beber antes de una comida puede dar sensación de plenitud gástrica y hacer que disminuya el apetito. ¿Los alimentos light adelgazan?Engordarán menos al tener menos calorías, pero eso no significa que adelgacen. ¿Conviene evitar los hidratos de carbono?Es la madre de todas las mentiras, según la doctora Clotilde Vázquez. “Ha de haber hidratos de carbono en cada comida para no engordar y para que el mecanismo de saciedad esté bien regulado”, insiste.