Tareas al extremo

Santo Domingo.- Las abrumadoras y largas tareas escolares han hecho que Leonardo (nombre ficticio), quien cursa el tercero de bachillerato en un prestigioso colegio de la capital, se sienta en muchas ocasiones imposibilitado para realizar otros compromisos escolares y laborales. Desde que inició el bachillerato ha utilizado un sinnúmero de estrategias para lograr cumplir con los largos ejercicios de Matemáticas y la compleja teoría de las Sociales y al mismo tiempo obtener buenas notas en todas las asignaciones. “Siempre me ha gustado estudiar, pero me canso y estreso cuando los profesores de las diferentes materias que curso asignan muchos trabajos al mismo tiempo, teniendo en muchos de los casos que faltar a la empresa para la cual laboro, pues mi prioridad es estudiar”. En su misma situación se encuentra gran parte de los alumnos del sistema escolar dominicano a quienes se les dificulta realizar una distribución equitativa de sus materias al momento de hacer sus tareas. Según la psicóloga infantil Xiomara González, aunque cada alumno reacciona diferente a la carga escolar, esta puede desencadenar consecuencias negativas a nivel social, psicológico y emocional . RESULTADOS QUE PUEDEN SER NEGATIVOS“El querer cumplir con todas las tareas al mismo tiempo altera su nivel de estrés, lo cual hace que presenten trastornos de ansiedad, del sueño, que la autoestima les baje, pues piensan que no son lo suficientemente inteligentes para cumplir con sus labores escolares”, dice la experta. Asimismo, acarrean problemas familiares por su ausencia en las actividades y reuniones, a las cuales tienen por costumbre asistir, y en el ámbito escolar recurren a métodos erróneos para buscar una salida fácil a sus tareas. “Se copian de sus compañeros y presentan problemas de conducta”, destaca la psicóloga Xiomara González. En esta situación hay un componente sociológico, según la especialista en el tema, María Oviedo. Ahora los maestros depositan más responsabilidad en los alumnos. “Antes, el profesor se entregama más y lo daba todo en el aula; ahora se busca más comodidad y se dejan más asignaciones para la casa. Esto tiene su parte positiva y su lado negativo”, puntualiza. El sí y el no de las tareasEn este período en que el alumno tiene múltiples asignaciones, conviene ver el aspecto positivo y el negativo de la situación, de modo que las conclusiones sean provechosas para su etapa adulta en el ámbito universitario y profesional. Según Avelino Guerrero, coordinador del nivel medio del Colegio Dominicano de la Salle, la cantidad de asignaciones no es una situación exclusiva de la etapa escolar. “De esa forma se busca que el estudiante tanto en el centro como en los otros medios donde desarrolla su vida pueda apropiarse de los conocimientos que le van a ser necesarios y que la escuela propicia para su desarrollo”. La psicóloga Xiomara González afirma que optando por una serie de medidas por parte de los profesores y alumnos se pueden lograr buenos resultados en rendimiento y aprendizaje, sin sobrecargar de tareas a los estudiantes. En cuanto a los profesores, recomienda que se unan con sus demás colegas a fin de tener un entendimiento global sobre lo que se les está exigiendo a los alumnos y distribuir así adecuadamente las asignaciones con un tiempo de antelación prudente. Es importante que los alumnos se organicen y comuniquen con sus superiores si no pueden con la carga de asignaciones. “Sentir la confianza de hablar con sus maestros, explicándoles cómo se sienten con la situación, facilitará el cumplimiento de sus asignaciones escolares”, dice. El antes y el ahoraEn esta situación hay un componente sociológico que encierra un asunto, muchas veces de conveniencia para el profesor. “Me explico. Ahora hay maestros capacitándose y eso es bueno, pero ¿qué pasa? Como tienen poco tiempo para realizar sus asignaciones en las maestrías, diplomados o posgrados que están haciendo, ponen a los alumnos a trabajar en el tema y el que salga mejor ese será el escogido. Se debe cumplir con el programa escolar .