Amor a distancia

Soy una joven de 25 años, mi problema es que mi novio se fue a Nueva York hace aproximadamente cinco años. Nos juramos amor eterno aunque la distancia nos separara, pero pasó lo siguiente: él se unió a una mujer con la que comparte el mismo apartamento, yo creía que me iba a morir cuando lo supe, porque ese es el hombre que yo amo. Terminamos, duramos dos años sin hablarnos, yo tuve otro novio, pero siempre pensaba en mi ex. Aunque traté de arrancarlo de mi mente, un día recibí una llamada suya donde me pedía perdón, me dijo que fue un error, que ya vivía solo, que no había dejado de pensar en mí, que yo era la única persona que él quería. Yo le dije que había llegado tarde porque me iba a casar. Llamó a toda mi familia para que me convenciera. Terminé la relación con mi novio y volví con mi ex, hasta los siete meses me llamaba hasta tres veces al día, pero de repente dejó de llamarme y cambió de número telefónico. Me siento muy mal, me quiero morir, me siento tan estúpida. Respuesta: Estimada amiga, el amor se alimenta del contacto directo y del encuentro. Usted seguro conoce una expresión muy popular que dice que amor de lejos es un amor sin base real. Esa promesa que ustedes hicieron de amor eterno solo estaba en su cabeza, pues él, tan pronto cruzó el mar, la olvidó. Tan pronto se entera que usted se iba a casar le estropea todos sus planes. Y usted es tan ingenua que le cree su nueva promesa de amor, después de ese gran engaño. Cuando somos adultos es bueno enamorarse haciendo uso de la razón y no solo de los sentimientos. Si dos personas se aman y una de ellas tiene que irse a vivir a otro país sin fecha de retorno lo más conveniente y real es terminar esa relación. La unión de pareja es necesaria para sostener las relaciones sexuales en condiciones de seguridad tanto emocional como para prevenir enfermedades de transmisión sexual como el sida.