“Morder el polvo”

Se dice que alguien muerde el polvo cuando es vencido, humillado o derrotado. Durante los duelos realizados en la Edad Media, el caballero que se sentía de muerte, recogía un puñado de tierra y se lo llevaba a la boca como señal de respeto hacia la madre Tierra. Para el público que presenciaba dichos combates, esto era una demostración de hidalguía por parte del vencido, que aceptaba con entereza la derrota antes de despedirse de este mundo. Este dicho también tuvo un significado de humildad porque, siendo uno polvo, regresa al polvo, sin glorias ni bienes. En la actualidad, no es necesario tener armadura ni ser caballero ni estar a punto de morir para que alguien diga: “Mordió el polvo”. Sólo basta caer…