LOS ANDES
Científicos conviven en el laboratorio espacial más alto del mundo
SAN PEDRO DE ATACAMA, CHILE.- Científicos norteamericanos, japoneses y europeos conviven y trabajan diariamente en el laboratorio espacial más alto del mundo, situado a 5.060 metros sobre el nivel del mar en Los Andes chilenos, donde se instalará el observatorio de radio-astronomía más avanzado del planeta, el complejo de ALMA. El Array Operations Site (AOS) es el segundo edificio construido a mayor altitud del mundo, en el llano de Chajnantor, después de una estación de ferrocarril ubicada unos pocos metros más abajo que las montañas del Tíbet, explicaron a Efe los responsables de ALMA. Se trata de un espacio oxigenado y presurizado, que permite a los empleados trabajar de forma segura y cómoda a pesar de encontrarse a más de 5.000 metros, dónde la respiración y los movimientos se hacen más difíciles debido a la falta de oxígeno. La ausencia casi total de humedad en esta región del norte de Chile, a unos 1.650 kilómetros de Santiago, es una de las condiciones que facilita la observación de las ondas milimétricas y submilimétricas que desprenden las galaxias y estrellas, pero también reseca los labios y la garganta de forma extrema, y crea la necesidad de hidratarse constantemente. La atmósfera tenue se complica con unas diferencias brutales de temperatura, de 10 grados bajo cero por la noche y de hasta 30 grados durante el día, propias del desierto más árido del mundo, como el de Atacama, y de montañas muy altas, como Los Andes. Cualquier visita que reciba el AOS está precedida por un chequeo médico que garantiza las condiciones necesarias de salud para elevarse a tal altura, y obliga a asumir cualquier percance ocurrido a causa de tales circunstancias. Los edificios cuentan con dispensadores de bloqueador solar con factor de protección solar (FPS) de 30 situados en todas las puertas exteriores, y por todos los rincones los trabajadores y visitantes puede abastecerse de botellas de agua. Los obreros que en estos momentos construyen los equipamientos para el observatorio deben ir acompañados con pequeñas bombonas de oxígeno y cubiertos hasta la saciedad con protector solar para luchar contra los dañinos rayos ultravioleta, que a 5.000 metros de altura aumentan su peligrosidad. Además, el AOS albergará el computador más potente del planeta, el correlacionador, que se encargará de recibir las señales de las 66 antenas que conformarán el radiotelescopio de ALMA, y tras su procesamiento, las enviará al segundo edificio técnico de este complejo, situado a 2.900 metros, mediante una conexión de fibra óptica. El Atacama Large Milimiter/submillimiter Array (ALMA) es el mayor proyecto global científico formado por socios europeos, norteamericanos y japoneses, en cooperación con la República de Chile. ALMA ofrecerá la posibilidad de estudiar los orígenes del cosmos gracias a la observación de las ondas milimétricas y submilimétricas que desprenden las partículas que forman las galaxias, los planetas y las estrellas. En radioastronomía, la luz visible y la observación óptica del cielo son sustituidas por el análisis de otro tipo de ondas, que por primera vez en la historia aportarán información sobre la edad del universo, la actividad del Sol y la formación de las galaxias.