Elegancia y miseria

De acuerdo a sus biógrafos, George Bryan (1778-1840)- también conocido como Beau Brummer, el bello Brummer- nunca trabajó en su vida. Nacido en Londres, este personaje fue el dictador de la moda y el buen gusto en la época del rey Jorge IV. Desde su adolescencia se preocupó por estar bien ajuareado. Se cambiaba de ropa dos o tres veces al día para todo momento. Se alistó en el ejército, pero lo dejó porque no le daba tiempo para atender sus compromisos sociales, según lo explicó a los cuatro vientos. A los veintiún años heredó de su padre una inmensa fortuna que le permitió continuar su carrera de dandy, de hombre elegante y refinado. Impuso la costumbre del afeite total y acabó con todos los bigotes y patillas. En una ocasión, al ser felicitado por su elegancia, contestó que, si era tan notoria, realmente él no estaba elegante. A los 38 años se le acabó el dinero y huyó de sus acreedores.