Ser mujer es ser especial

El mes de la mujer nos invita a meditar que somos la caja perfecta para cuidar el tesoro de la vida y la razón por la cual nuestro Creador nos hizo mujeres. Somos especiales, concebidas en la matriz de otra mujer con perfección divina. ¿Te consideras inferior? Desde hoy cambia esa idea que tienes sobre ti, eres única. A diario tienes oportunidades y virtudes. La oportunidad de crecer cada día en tu género, la virtud de ser empleada, madre, hija, amante, esposa y todo a la vez sin dejar de ser mujer. Posees la cualidad de ser fiera cuando se requiere y a la vez tierna ante la belleza, el dolor y el amor. Mantén tu hermosura, no la externa, esa es efímera, sino la interna y que el rostro exhiba los dones del espíritu que guardas en el santuario de tu corazón y que se manifiestan en tus actitudes de bien y paz. Hoy no pienses en ti como mujer en relación a las labores que realizas sino como mujer que eres y que puedes llegar a ser. Auténtica, siempre tú, no dejes que te humillen ni maltraten, defiende con altura tus derechos, aprende de los errores sin frustrarte. Con alma que olvida y perdona, pues reconoce que el desamor y falta de perdón enferman. Mujer es quien lucha por ser considerada y tratada como ser humano y se plantea el derecho de disfrutar de su bienestar. Quien se autovalora y saca tiempo para su cuidado reconociendo que para amar, debe amarse primero. Algunos creen que la mujer es débil, no, resiste toda tempestad y de nuevo se levanta, siempre incondicional, tierna, sensible, pero fuerte, valiente y perseverante para defender lo suyo. Mantén tu capacidad de amar, siente orgullo de tu esfuerzo a través de las situaciones que te toque vivir, disfruta de la vida aun en medio de la tormenta. Tienes derecho a errar, a correr riesgos, a ser lo que te dispongas. Rompe con el negativismo. La oportunidad es como un caballo, galopa en dirección a ti y se detiene, para que te montes en él, si no lo haces, se marchará y el ruido de sus cascos se perderá en la distancia. Proponte superarte, no importa tu condición, siéntete digna de ser mujer manteniendo un espíritu firme, luchador y a la vez afable y apacible.