TECNOLOGÍA
El cibercrimen da ganancias
EVOLUCIONAN. LOS "HACKERS" ERAN IDEALISTAS QUE SÓLO BUSCABAN TENER ÉXITO. HOY DÍA, SU PRINCIPAL ASPIRACIÓN ES "GANAR DINERO A TODA COSTA"
HAMBURGO, Alemania.- Con daños que ascienden a miles de millones de euros, el cibercrimen ha pasado de una piratería de aficionados al crimen organizado, según comprueban los profesionales reunidos en la feria de la tecnología Cebit. La Oficina Alemana para la Seguridad de la Información (BSI) ha aprovechado la gran feria en Hannover (al norte de Alemania), que se celebra esta semana para presentar el informe realizado cada dos años sobre el tema. El BSI estima en “miles de millones de euros” las ganancias que se obtienen a través de la delincuencia. El ruso Eugene Kapersky, formado para el cifrado de archivos y ahora uno de los líderes internacionales en programas antivirus, promueve la suma de 100,000 millones por año. Sin embargo, los daños son difíciles de cuantificar porque “a ninguna empresa le gusta reconocer públicamente que ha sido víctima”, señala Sebastián Schreiber, fundador de SYSS, en la que los empleados simulan ataques contra las redes de las grandes empresas para detectar fallos. Más profesionalesDurante mucho tiempo, “los hackers han recibido cierta simpatía en el público y los medios de comunicación”, lo que les equipara a idealistas que atacan sitios institucionales para conseguir la gloria. Ahora lo hacen para “ganar dinero”, señala un hijo de un magistrado. “Hoy son profesionales. Hay especialistas en detectar estos fallos y después venderlos por miles de euros a criminales que se aprovechan de ellos”, señala Magnus Kalkuhl, analista de virus para la sociedad de Kapersky. “Lo más rentable es el envío de ‘spam’ o el chantaje mediante el bloqueo de un sitio para el comercio ‘online’ y después un rescate para su liberación”, continúa. Otras “oportunidades” son el robo de los archivos confidenciales de negocios o redes sociales como Facebook y MySpace, ricos en datos personales, o la suplantación de identidad, mediante la que el atacante se hace pasar por un gobierno o un banco para que los crédulos revelen sus datos bancarios o contraseñas.