Descuido en la Plaza de la Bandera

SANTO DOMINGO.- Altar de sueños y hazañas de los hombres y las mujeres que lo ofrendaron todo por la libertad del pueblo dominicano. Protagonistas que escribieron con su entrega la historia patria, cerrando un capítulo de esclavitud y abriendo uno para siempre de independencia y democracia, consagrando nuestra soberanía como República Dominicana. Lo hicieron con esmero y cuidado. Sin importar la naturaleza de su sacrificio para que nuestra bandera ondeara erguida y orgullosa. Siempre. La Plaza de la Bandera está ubicada en la intersección de las avenidas 27 de Febrero y Luperón. En su parte central está ubicado el Monumento a la Patria, representado por un Arco del Triunfo, este ícono nacional se completa con una gigantesca bandera colocada debajo del arco. La única compensación que buscaron los independentistas fue que les permitieran entregar vidas y bienes por la honra de que todos, desde ese 27 de Febrero de 1844, pudiéramos llamarnos dominicanos. HONOR” EN MEDIO DE LA INSALUBRIDADLa Plaza de la Bandera honra a nuestros héroes y mártires. No así tienen que sentirse ellos. Esto porque el descuido de la Plaza no puede ser más acentuado. La Bandera, desde el tope, jamás sentiría orgullo por ondear en predios que reflejan tal abandono. Nuestro emblema nacional en medio de grafitos, escalones rotos, agua sucia posada, espacio convertido en vertedero de basura; y un lugar en estas condiciones, sin la guarda de nadie, invita a cualquier vagabundo a tomar una siesta, sin obviar que podría prestarse para fechorías. El panorama contrasta para lo que realmente fue edificada. De santuario patriótico a nido delincuencial. Las autoridades nunca podrán justificar su incompetencia o dejadez, porque la responsabilidad que les asiste, hace tiempo que expiró.