La Vida

TRATAMIENTO

Un terrible mal mental

LA ESQUIZOFRENIA SE MANEJA. LOS FÁRMACOS AYUDAN A NORMALIZAR LA VIDA DIARIA

SANTO DOMINGO.- La esquizofrenia es un padecimiento psiquiátrico considerado como el “cáncer” de las enfermedades mentales, pues aún cuando esta dolencia genética tiene hoy mucho mejor pronóstico gracias a los avances en la industria farmacológica, padecerla constituye una tragedia, tanto para el afectado como para sus familiares. Luis Montalvo Arzeno, psiquiatra y director de la Unidad de Salud Mental de Cedimat, comenta que cuando se produce un cuadro psiquiátrico de conducta extraña (un cuadro de locura), se piensa primero en una psicosis reactiva breve o un trastorno maníaco-depresivo, condiciones que comparten síntomas con la esquizofrenia. “Nadie amanece esquizofrénico”, asegura. La enfermedad se presenta gradualmente y suele iniciar entre los 16 y los 25 años. Se puede presentar en ancianos de 60 ó 70 años, pero la enfermedad de seguro se inició temprano. LA ESQUIZOFRENIA TIENE ALTAS Y BAJASLos pacientes suelen experimentar períodos de tranquilidad o agitación, esta última debido casi siempre al abandono del tratamiento farmacológico que debe mantenerse de por vida. “Antes, la única solución era el encierro del paciente, para protegerlo a él y los demás”, dice Luis Montalvo Arzeno. Hoy los medicamentos le permiten llevar una vida familiar y semilaboral aceptable. Mientras más joven se es cuando debuta la enfermedad, peor será el pronóstico. Un adolescente de 16 años con esquizofrenia no ha concluido los estudios y no tiene trabajo ni una familia conformada, lo que le reduce su autoestima. Estará posiblemente condenado a vivir con su familia de origen. Desde que es diagnosticado el paciente debe asumir el tratamiento y tener mucho apoyo familiar, pues el rechazo que a veces experimenta le daña. Si abandona las medicinas y comienza a consumir alcohol u otras drogas todo esto constituirá “un abono para la enfermedad”, determina Montalvo Arzeno. La esquizofrenia es una enfermedad de jóvenesEl principal determinante en la aparición de la esquizofrenia es el factor genético. Tienen alta probabilidad de padecerla personas con familiares cercanos que la sufren, y lo mismo ocurre en los gemelos idénticos. Si uno de ellos debuta con esquizofrenia hay un 90 por ciento de probabilidades de que el otro también la padezca. Como se trata de una enfermedad que inicia en la juventud, es difícil diagnosticarla en un paciente de 30 ó 40 años. Cuando una persona madura presenta un cuadro de locura se debe pensar primero en el uso de drogas, que pueden generar cuadros psicóticos, parecidos a los que produce la esquizofrenia. “También se piensa en un trastorno bipolar, una psicosis reactiva breve o una enfermedad física que comprometa el cerebro, como el Complejo Demencia Sida/ VIH que ocurre cuando el VIH inicia en el cerebro dañando las mismas estructuras que daña la esquizofrenia y produciendo los mismos síntomas que ésta, sin serlo”, explica Luis Montalvo Arzeno, psiquiatra y director de la Unidad de Salud Mental de Cedimat. El aislamiento de la realidad también puede ser causado por medicamentos como la cortisona, aplicados en grandes cantidades, por una enfermedad degenerativa del cerebro que tenga impacto en la conducta, o hasta por un tumor cerebral. Se debe ir descartando enfermedades antes de considerar la esquizofrenia. Síntomas La esquizofrenia tiene síntomas positivos y negativos Los positivos son los que más molestan a la gente, como agresividad, delirios; el paciente se siente perseguido, piensa que hay un complot en su contra y eso lo inquieta, tiene alucinaciones y oye voces que lo insultan y tiene “ideas de referencia”. “Las ideas de referencia se observan cuando el paciente se queja de que una locutora de las noticias en televisión está haciéndole insinuaciones de que él es homosexual, o siente que le está tirando indirectas con gestos o por lo que dice”, explica el psiquiatra. Los síntomas negativos no suelen molestar a nadie más que al afectado. El paciente entra en una fase de tranquilidad, de aislamiento, poca sociabilidad, depresión y anedonia, es decir, no quiere hacer nada, ni divertirse y se aísla de todo. En un adolescente la esquizofrenia suele comenzar en esta fase, con un largo período de síntomas negativos. “Un muchacho de 17 años que se enrarece, que no quiere salir, ni bañarse, que dice que si preguntan por él digan que no está, o que está enfermo, que no quiere compartir, no quiere estudiar, dice que va a la escuela, pero la familia se entera que hace tres meses que no va, no se debe pensar en que sólo está deprimido”, señala el médico. Hay que llevarlo al psiquiatra para que pueda descifrar si se trata de una patología más profunda. Los esquizofrénicos son también propensos al suicidio. Esto puede ocurrir en dos momentos: cuando el paciente está muy mal, sintiéndose perseguido por supuestos enemigos, o cuando está mejor y tiene la suficiente luz para darse cuenta de que tiene una condición grave y de que quizás nunca lleve una vida normal. “Un esquizofrénico se suicida como se puede suicidar cualquier paciente de enfermedad terminal”, dice el psiquiatra. Algunos expertos han negado que exista una esquizofrenia infantil, sin embargo, todavía persiste el debate a este respecto, pues sí existen las psicosis infantiles, una categoría aparte, pero autores clásicos de la psiquiatría han escrito sobre esquizofrenia infantil, considerándola una modalidad temprana de la enfermedad y con terrible pronóstico. TRATAMIENTO EFECTIVOEl tratamiento de la esquizofrenia debe ser una combinación de terapias farmacológicas, que son imprescindibles, y de terapias psicosociales. Pero además el paciente requiere apoyo, pues “una de las cosas que alteran al esquizofrénico es el rechazo de la familia y la sociedad, muchos de ellos, sobre todo si son de clase pobre, terminan abandonados mendigando o incurriendo incluso en actos delictivos”, expresa Montalvo Arzeno.Es preciso garantizarle terapias de tipo social, ocupacional y lograr que esté consciente de su enfermedad para que acepte las medicinas, porque a veces los medicamentos suelen tener efectos secundarios y por eso ocurre un rechazo y abandono.

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