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LA APNEA

Sueños interrumpidos y peligrosos

LA APNEA: Es la interrupción del flujo nasobucal. Existen dos tipos de apneas, la obstructiva y la central, y las mismas implican que quienes la padezcan muestren episodios que le impidan respirar mientras duermen, evitando el proceso de oxigenación, al tiempo que los pone en alto riesgo

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Alexéi TelleríasSanto Domingo

SANTO DOMINGO.- El sistema nervioso es el “centro de operaciones” de nuestro organismo. Es el que controla las distintas acciones y reacciones de las personas incluso, desde antes del nacimiento. Una de ellas está vinculada al comportamiento durante las horas de sueño. Y es, que mientras se duerme, se están llevando a cabo una serie de procesos que van desde la recuperación de energías hasta la consolidación de aprendizajes, como explica Delsa Núñez, psicóloga. Para que esto ocurra, deben producirse ciertas situaciones como el acto de la respiración, cuyo descontrol puede devenir en problemas posteriores. Esto así, porque existe una condición que los especialistas conocen como la apnea del sueño, que es definida por Núñez como una obstrucción de los músculos de la garganta que provoca episodios de no respiración durante el sueño. La neuróloga Dayana González recuerda que la respiración durante el sueño debe estar regulada por un mecanismo que ayudará a que el metabolismo del oxígeno llegue a los tejidos y al sistema nervioso central. Entonces, explica, cuando hay alteraciones crónicas en los pacientes o que estos niños sean prematuros o que vengan con una malformación asociada craneofacial o algún trastorno infeccioso puede condicionar con mayor predisposición a presentar irregularidad en el patrón respiratorio. Existen dos tipos de apnea, la obstructiva y la central, siendo la primera una obstaculización en las vías aéreas respiratorias por un crecimiento anormal que sólo está presente durante el sueño. De acuerdo con el portal “Entorno Médico” los tejidos de la garganta, como la campanilla, así como la lengua, pueden ser muy grandes en algunos pacientes, provocando una resistencia a que el aire pase, lo que ocasiona el ronquido. Si el mismo avanza, la obstrucción llega a ser completa y no pasa el aire, generando la presencia de estas apneas. Durante el sueño, hay personas que dejan de respirar de 10 a 20 veces por hora de sueño, considerándola “leve” cuando dejan de hacerlo hasta 10 veces, “moderado” hasta las 20 y más de 30 es “severo”, y aquí pueden presentarse casos en los que el paciente deja de respirar hasta 100 veces en una hora. CONSECUENCIAFalta de oxigenaciónPara Avilés, cuando ocurre una obstrucción de tipo central, su tratamiento es “más complicado” porque hay que intervenir médicamente. Y aunque las razones de la apnea siempre son clínicas, existe también un componente psicológico que está presente en causar al paciente episodios de depresión, fatiga, stress y ansiedad, por lo cual es necesaria la asistencia psicológica de los pacientes de apnea del sueño. Los episodios de apnea pueden producirse desde el nacimiento y, según Dayana González, existe una mayor predisposición a la misma por parte de niños prematuros, por lo cual debe de suministrarse una observación de su sueño por parte de los padres desde temprano. Esto así porque las consecuencias de la falta de oxigenación por apnea del sueño repercuten en la dificultad de aprendizaje, porque la apnea trasciende en áreas específicas como el lóbulo frontal derecho y el hipocampo. CAUSASApnea del sueño ocurre por obstrucción física o del sistema nerviosoPara explicar las condiciones en las que se presenta la apnea del sueño y sus repercusiones en el funcionamiento del organismo humano, es preciso entender que existen 5 etapas durante el sueño. A la 1 y 2 se la llama sueño ligero, en la 3 y 4 el cuerpo descansa y suceden las funciones restauradoras. La quinta etapa es la conocida como MOR, o Movimiento Ocular Rápido, y es en la que ocurren los sueños. Precisamente, las apneas se presentan principalmente entre las etapas 1 y 2, cuando el paciente se acaba de quedar dormido, por lo que es raro que tengan las tres y cuatro. Sin embargo, en la quinta etapa es donde se presentan las pausas respiratorias o apneas de mayor duración, llegando a presentarse casos de personas que dejan de respirar -en los casos severos- más de un minuto por mucho tiempo, en otras palabras, que varias veces dejan de respirar por un minuto. Los padecimientos de apnea, en palabras de la psicóloga Delsa Avilés, pueden acarrear problemas neurológicos y psicológicos, “porque te levantas al otro día completamente cansado y bien agotado”. También declara que existe una relación entre los ronquidos y la apnea, y define que, dentro de la apnea del sueño, se presentan los ronquidos. Entonces la persona ronca una, dos o tres veces y falta la respiración. Entonces incursiona en los jadeos -aún estando dormido- y provoca la reacción del sistema nervioso central. Un factor de alarma en la apnea central es que esa es la que presentan los neonatos que mueren durante el sueño, en lo que se denomina “síndrome de muerte súbita infantil” o muerte de cuna. De hecho, como informa Dayana González, neuróloga pediátrica, existe un trastorno llamado “episodios en apariencia potencialmente fatales”, que ocurren cuando -de forma súbita- aparece una apnea central y obstructiva y el niño se pone pálido y flácido de forma súbita y parece que ha fallecido. La neuróloga explica que un niño que sufra de estos episodios, “tiene mayor predisposición a tener el síndrome de muerte súbita, en una proporción de un 7 a 9 por ciento”. Avilés explica que un factor de predisposición a la apnea del sueño son las diferencias de tamaños en las amígdalas y las adenoides. PROCESODayana González explica que el control de la respiración está dado por el cerebro, y que el centro respiratorio está en el tronco encefálico y el tallo general. De ahí que la respuesta la va a enviar a quimiorreceptores que se encuentran a nivel de la nariz para producir el mecanismo de inhalación y exhalación y mecanorreceptores que se van a encontrar a nivel del diafragma y los pulmones. Entonces, continúa, esos permitirán que la respuesta que envíe el cerebro permita regular ese mecanismo de la oxigenación y la exhalación de dióxido de carbono. Sin embargo, “mientras más pequeño es el niño, más inmaduro es ese centro respiratorio”, y -por ende- la propensión mayor se da de forma más frecuente en los prematuros y, “generalmente son los que predisponen posteriormente a tener mayores consecuencias”. González señala como otras causas a los procesos infecciosos de las vías aéreas superiores, las malformaciones del área nasobucal, como el paladar hendido o macroglosia y las alteraciones cráneo-faciales. Una de las consecuencias inmediatas es la disminución de la frecuencia cardíaca y por consiguiente la oxigenación de la sangre. CÓMO TRATARMétodo novedosoTambién se realizan estudios previos, como la polisomnografía, que aquí en el país son efectuados por la clínica Corazones Unidos, siendo la neuróloga pediátrica Dayana González la responsable de realizarlos en niños, los cuales miden la actividad del cerebro y la frecuencia cardíaca, la saturación de oxígeno, la presencia y grados de reflujo, además de los parámetros de paralización de la respiración. La polisomnografía se realiza colocando sensores en diferentes partes de su cuerpo, y durante toda la noche, de manera simultánea, se le realizan estos exámenes, sumados a un electroencefalograma y el funcionamiento del cerebro. En los grados leves , en los que sólo el paciente ronca, pero no deja de respirar tantas veces, o las pausas respiratorias son muy cortas, responden bien al uso de una prótesis de avance mandibular. Por último, está la cirugía que se encarga de cortar el tejido que se encuentra en exceso sin ninguna consecuencia sobre el tono de voz o alguna complicación importante. Esto permite que el paciente respire mejor. Otros tiposExisten, según Dayana González, otros tipos de apneas que pueden ser presentadas por niños atérminos, y estas son pausas que suelen presentarse en las primeras dos semanas de vida, donde también se presenta desaturación de oxígeno, y disminución de la frecuencia cardíaca. Generalmente, pueden desaparecer “de forma espontánea”.

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