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Uno de cada 100 recién nacidos puede presentar cardiopatía congénita

Así lo explica Adabeyda Báez Chalas, cardióloga pediátrica de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (CEDIMAT).

  • Centro donde cada año se realizan entre 170 y 180 procedimientos en el servicio de hemodinamia.
La cardiología pediátrica cobra cada día importancia.

La cardiología pediátrica cobra cada día importancia.Listín Diario

Las cardiopatías congénitas pueden aparecer en uno de cada 100 nacidos vivos con defectos de diferentes tipos, muchos de los cuales pueden solucionarse a través de intervenciones mínimamente invasivas, como el cateterismo cardíaco.

Así lo explica la doctora Adabeyda Báez Chalas, cardióloga pediátrica de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (CEDIMAT), centro donde cada año se realizan entre 170 y 180 procedimientos en el servicio de hemodinamia.

Explica que los cateterismos que realizan son tanto de tipo diagnóstico como intervencionista y que más de la mitad de los casos son intervencionistas, para corregir diversas problemáticas.

Dijo que los tratamientos mínimamente invasivos, como es el cateterismo intervencionista en cardiología pediátrica, cobra cada día más importancia en la medicina, ya que permiten una recuperación más rápida, tienen un riesgo bajo y con complicaciones menores se dan en menos del 5% de todos los casos.

“Sería muy importante recordar en este mes de las cardiopatías congénitas que con los avances en cirugías y cateterismos nuestros niños llegan a adultos y siguen necesitando atención médica y procedimientos tanto quirúrgicos como cateterismos”, destaca la especialista.

menos complicaciones 

Explica que dadas las ventajas que ofrece al paciente y a los servicios de salud cada vez más se usan procedimientos menos invasivos cuando es posible, incluidos los cateterismos cardíacos intervencionistas para reparar anomalías congénitas.

“Con estos se pueden cerrar u ocluir vasos sanguíneos anormales o adicionales, abrir o cerrar orificios en el corazón, ensanchar arteria o venas estrechas y mejorar o reparar otras afecciones cardíacas”, explica la especialista.

Esto implica, agrega, que el médico está realizando un procedimiento o intervención para tratar una anomalía cardiaca determinada guiado con fluoroscopia (rayos X) en la sala de hemodinámica y a través de pequeños cables o catéteres sin necesariamente intervenir quirúrgicamente.

Báez señala que el cateterismo cardíaco es un procedimiento mínimamente invasivo, ya que utiliza catéteres introducidos a través de un vaso sanguíneo debajo de la piel hasta llegar al corazón para realizar el tratamiento usando además dispositivos como balones, oclusores de defectos, stents, válvulas protésicas, entre otros.

Señala que el uso del cateterismo intervencionista cobra cada día más importancia, de la mano del notable progreso de la bioingeniería médica que diseña y construye nuevos y modernos dispositivos para lograr que un mayor número de condiciones obtengan mejores resultados inmediatos, mediatos y a largo plazo.

Destacó que muchas de las enfermedades que necesitaban cirugía a corazón abierto en el pasado, hoy se pueden tratar con cateterismos intervencionistas de forma exitosa, pudiendo, incluso, salvar la vida de niños en estado crítico como en los casos en los que se realiza atrioseptostomia con balón o valvuloplastia de estenosis críticas en recién nacidos.

La cardióloga pediatra dice que en las últimas décadas, dentro de los procedimientos mínimamente invasivos por cateterismo intervencionista que han cambiado el rumbo terapéutico de muchos pacientes, se encuentra el reemplazo de válvula pulmonar, en casos que ya han sido sometidos a un reparo quirúrgico previo y requieren ser intervenidos nuevamente.