Se quejan de que seguridad social no cubra las biopsias para detectar cánceres a tiempo

Muy preocupados están directivos y médicos oncólogos del instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (Incart), por la gran cantidad de pacientes con sospecha de cáncer de pulmón que no pueden ser diagnosticados a tiempo porque la biopsia tomodirigida, que es el procedimiento idóneo para ello, está fuera de la cobertura de la seguridad social.

Esto afecta a entre 25 y 30 pacientes cada mes, que tienen que esperar por más de uno o dos meses para realizarse la biopsia que confirma o descarta la enfermedad, cuyo costo ronda los 36 mil y 40 mil pesos.

La preocupación fue externada a Listín Diario por José Ramírez, director del Instituto del Cáncer, e Ivette Rodríguez, gerente del Departamento de Oncología del centro, quienes demandaron la actualización del catálogo de prestaciones del Plan de Servicios de Salud (PDSS), al asegurar que está obsoleto el 75% de los procedimientos diagnósticos en oncología que contiene.

Señalaron que debido a los costos de la biopsia tomodirigida pocos pacientes pueden costearla de su bolsillo, por lo que la lista de espera de pacientes es larga y se extiende hasta por más de un mes y medio, para hacerse el diagnóstico, lo que implica pérdida de tiempo para iniciar el tratamiento y por ende un retroceso en su condición de salud.

Ambos médicos aseguraron que algunos de los pacientes incluso han fallecido en espera de reunir los fondos para realizarse la biopsia, a pesar de que en muchos casos es el hospital que debe asumir el costo del procedimiento, teniendo que pagar extra a médicos radiólogos para hacerla.

Procedimientos desfasados

Explican que el catálogo de presentaciones del Plan De Servicios de Salud (PDSS) cubre un tipo de biopsia para diagnóstico de cáncer de pulmón que dejó de usarse desde hace unos 10 años en la mayoría de los casos, porque se debe abrir el pulmón para tomar muestra del tejido, lo que implica abrir el pecho del paciente, más riesgos y tener que incapacitar al paciente.

Mientras agregan que la biopsia tomodirigida es ambulatoria, no toma más de una hora, garantiza más seguridad y un diagnóstico más oportuno y certero.

Consideran ilógico que el catálogo de prestaciones del seguro familiar de salud (SFS) cubra biopsias abiertas con agujas y por broncoscopia, siendo esta última la que se utilizaba antes, pero quedó desfasada o limitada desde hace alrededor de 10 años y más de la mitad de los casos hay que hacerlos por tomodirigida.

Ese tipo de biopsia, explicaron, se debe realizar en pacientes con sospecha de cánceres de pulmón, de mama y hepático, entre otros.

Los oncólogos recuerdan que el cáncer de pulmón es muy agresivo y es la tercera causa de mortalidad en el mundo.

Cuando el paciente no recibe la cobertura, debido a que no está dentro del catálogo de prestaciones del PDSS, hace que se desgaste mucho, le genera preocupación y se le retrasa el diagnóstico y por ende el tratamiento oportuno.

Piden que en la actualización se le incluya la palabra tomodirigida a las biopsias hepáticas, de pulmón, tórax, abdominal, de partes blandas, músculo esquelético, de páncreas, transtorácica, renal, de abdomen y de pelvis.

Dijeron que esa preocupación es muy frecuente entre los médicos oncólogos de los diferentes establecimientos de salud del país.

Señalaron que el cáncer de pulmón en la actualidad tiene una amplia gama de tratamiento, estableciéndose dentro de los hospitales de oncología grupos de especialistas dirigidos a atacarlo, debido a que es el que más seres humanos mata.

Los especialistas señalan que es lamentable que después de haberse avanzado en esos esfuerzos, en el país exista el escollo de que la Seguridad Social no cubra las biopsias tomodirigidas.

Dijeron que el cáncer de pulmón no es el más frecuente, pero es muy agresivo y es el que más tarde se diagnostica. Señalaron que el promedio de edad de los pacientes es de 50 años, pero que su presencia se observa también cada vez más en personas más jóvenes.