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Trasplante de riñón y páncreas resultó milagroso para Suleika
- La joven retomó sus estudios, se graduó de médico y plantea especilizarse en nefrología.
“Yo siempre le oraba a Dios que quería dejar de ser diabética” y un doble trasplante, de riñón y páncreas, hicieron el milagro en la vida de Suleika Pérez.
Su caso es el primer trasplante de páncreas en República Dominicana y fue hecho en el hospital General Plaza de la Salud con donante cadavérico, en el 2020, en plena pandemia de covid-19.
Esta joven, desde los 10 años luchó contra una diabetes que desencadenó en nefropatía diabética y a los 27 años colapsaron los riñones. Durante ocho meses estuvo en un proceso de diálisis tres veces por semana, cuatro horas cada vez, limitando sus capacidades.
Suleika abandonó sus estudios universitarios y hasta concientizó a sus dos hijas al decirles que “iba a llegar el momento en que me tengo que ir cielo, por las complicaciones de salud que yo presentaba en las diálisis”.
Y sus pocas esperanzas se debían a que en el país no hay una cultura de donación órganos y entre el 2010-2022 fallecieron unos 100 pacientes en lista de espera de un donante para ser trasplantados.
El Incort registra en la actualidad 343 pacientes en lista de espera para trasplante de riñón.
La llamada que cambió su vida
La llamada de esperanza la recibió Suleika el 13 de octubre de 2020, de su doctora, de que había unos órganos que podrían ser compatibles con ella. “Primero me preguntó que como me sentía y una serie de cosas, para asegurarse de que estaba bien”.
Aunque era la segunda en la lista para trasplante que tiene el Incort, el paciente que le correspondía el turno no fue compatible con esos órganos, y siempre llaman a los que van detrás de ese.
“El día que a mí me llamaron no era yo la que iba, pero ellos llaman al siguiente de la lista de espera, por si no es compatible y eso sucedió conmigo, al que le tocaba no era compatible, yo si era compatible y de trasplante cadavérico me pusieron un riñón y el páncreas. El páncreas es para que yo dejara de ser diabética y así el órgano trasplantado no se dañara” cuenta la joven de voz serena, sentada en un sofá en la sala de su casa.
El órgano más común a ser trasplantado es el riñón, y las estadísticas del Incort dicen que desde el año 1972-2022 se han realizado 1,322 trasplantes renales; 52 trasplantes hepáticos desde el 2007. El más común de los trasplantes de tejido, es el de corneas con 3,384 tanto locales como importadas.
Desde el mismo momento del trasplante el páncreas comenzó a funcionar. “Me dice el médico que en la misma cirugía el páncreas empezó a funcionar. Yo entré a la cirugía con 320 de glicemia y salí con 120, antes tenía que inyectarme insulina tres veces al día y después que me pusieron el páncreas tengo no tengo que inyectarme”.
Zuleika estudió Medicina
“Ya estoy sana”. Con 30 años de edad y tres de haber sido trasplantada, terminó su carrera de Medicina en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. “Estoy haciendo la pasantía”, y en sus planes está especializarse en nefrología para ayudar a los que, como ella, enfrentan problemas renales.
Cosas tan simples como poder comerse un helado, también era un anhelo que tenía desde niña. El primer helado lo probó a los 28 años.
Ahora una de su victoria es que puede valerse por sí misma, realizar labores que antes no podía. “Actualmente rescato perros sin hogar y le busco familia, no tengo una fundación, pero si puedo sacar dos de la calle, cada mes, siento que no me estoy quedando con los brazos cruzados”.
Donar un órgano es dar esperanza de vida
“Donar un órgano es regalar vida y darle la oportunidad a un familiar de un fallecido de que una parte de él siga viviendo dentro de otra persona. Con la donación de órganos todos podemos ser salvadores y ser salvados”.
Así lo siente Zuleika, quien no conoce los familiares de su donante, porque los trasplantados no tienen esa información, pero agradece poder seguir viviendo por ese gesto de amor. Ningunos de sus familiares podían donantes por condiciones de salud o incompatibilidad.
Donantes vivos y cadavéricos
El Incort explica que hay dos tipos de donantes, el vivo, que es una persona sana que efectúa la donación en vida de órganos para ayudar a alguno de sus familiares o donante de buena voluntad que no tiene que ser a un familiar, y en última debe ser autorizado por el Concejo Nacional de Trasplante.
El otro es el donante cadavérico y para ello la persona “debe fallecer en una Unidad de Cuidados Intensivos conectado a un respirador mecánico, administrándole drogas especiales que permitirían que a pesar de que la persona haya fallecido, sus órganos se puedan seguir oxigenándose por un corto período de tiempo, por lo que es imposible utilizar los órganos extraídos fuera de esta circunstancia” detalla la entidad rectora.
Dónde se realizan
En el país hay cinco centros que realizan trasplantes de órganos y son: el Centro Cardio-Neuro-Oftalmológico y de Trasplante (Cecanot), el Hospital General Plaza de la Salud y el Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS), que realizan con donantes vivos y cadavéricos y el Centro de Diagnóstico Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat) y la Fundación Dr. Baquero que solo lo hacen con pacientes vivos.
Estricta medicación
Suleika lleva una medicación estricta con un costo de 116,000 pesos mensuales, que es cubierta por su ARS. Dice que el caso de no tener seguro la persona entra al programa de medicamentos de alto costo.
Alta complejidad
“La extracción de órganos humanos para trasplantarlos en otra persona es un proceso de alta complejidad en el que intervienen numerosos especialistas entrenados. Para la realización de un trasplante renal se requiere de por lo menos 30 especialistas; más de 80 en un trasplante cardíaco y alrededor de 100 profesionales de la salud en un trasplante hepático”.
Cobertura
Entre los logros obtenidos por el INCORT en beneficio de que más pacientes puedan disponer de la cobertura, el 8 de octubre del 2021 fue emitida por el Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS) la Resolución 533-01
Esta resolución ofrece la cobertura integral para el trasplante renal de RD$3.5 millones, un copago y renovación anual, cubriendo las cuatro etapas de pre-trasplante, mantenimiento del donante, trasplante y post-trasplante. En caso de que el paciente agote el copago, las ARS deben ofrecer una cobertura del cien por ciento.