La crisis vial en Santiago toma camino hacia el agravamiento

A día de hoy, 350,000 carros privados y más de 4,000 públicos circulan diariamente en Santiago.

Entre 78,000 a 84,000 vehículos se desplazan desde el interior cada día. 

Por la autopista Duarte, desde el HOMS hasta el centro del ayuntamiento, entre 3 de la tarde y 7 de la noche, se movilizan 160,000 automóviles, de acuerdo a las últimas mediciones a cargo del ingeniero Sergio Tavera.

Para 2015, se estimaban más de 5.000 motoconchos y alrededor de 120.000 el total de motocicletas de la ciudad.

Los taxis, 4,800, más 490 buses para viajes internos y 1,800 unidades de minibuses. El flujo vehicular ascendió, en 15 años, de 21.0% a más del 35.0%, por lo que se estimaba más de 45,000 vehículos recorrían las vías de la ciudad cada hora, según un informe de esa fecha presentado por Reynaldo Peguero, director ejecutivo del Plan Estratégico de Santiago.

El caos y la situación grave de movilidad que se ha generado en esta demarcación, producto de las múltiples y simultáneas intervenciones en las principales carretas, avenidas y autopistas, y la ausencia de rutas alternas, más el extenuante flujo vehicular, recae “en la falta de planificación, coordinación y coherencia” entre las entidades que influyen en el tránsito y el transporte, según el presidente de la Central Nacional de los Trabajadores del Transporte (CNTT), Juan Marte.

“Dispersa, anárquica y errática” es la manera de proceder, de acuerdo a Marte, de las autoridades que inciden de menara indirecta en el tránsito y el transporte como es la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago, (CORAASAN) el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y la compañía que construye el monorriel y el teleférico, como las que inciden de manera directa, dígase el Departamento Técnico de Tránsito y Transporte, Saneamiento Urbano, la DIGESETT y el INTRANT, ya que estas instituciones “actúan cada cual por su lado, de acuerdo a sus intereses y a su propósito”.

“Cuando usted tiene un impacto vehicular en la ciudad de esa magnitud y sus autoridades están actuando de manera dispersa, entonces tenemos este desastre que vivimos en materia de tránsito y transporte en la ciudad” expresó el dirigente del CNTT.

Marte indicó que el ayuntamiento también actúa, a veces,de manera “medalaganaria, emotiva”, poniendo cosas, sin planificación ni coordinarse con nadie. “El ayuntamiento la única política que asume es la partidaria, la proselitista, ninguna en materia de tránsito y transporte. No hay política de realidad en la ciudad de Santiago”, estableció.

“Si hubiese un trabajo de manera coherente en esas instituciones, ya se hubiese creado vías alternas a las vías que están intervenidos y cerradas”, agregó.

trabajadores del transporte público

“Una ruta que antes nos tomaba media hora, ahora nos toma de 50 minutos a una hora”, es la queda de la mayor parte de los conductores del transporte público en la cuidad.

Según Edwin Fan, conductor de guagua en la ruta de Hato del Yaque-Santiago, “el transporte ahora mismo es un caos, el cierre de calles provoca que haya taponamientos, y muchas veces los organismos gubernamentales no cumplen con su deber lo que influye la obstaculización del tránsito”.

Aquí se suma la pérdida de ingresos debido a los recurrentes inconvenientes que tienen los pasajeros para tener acceso a los conchos, el daño de los vehículos y motocicletas, de acuerdo a los motoconchos y choferes.

ventaja sobre vías en mal estado

El presidente de la CNTT estableció que el mal estado de la vías mientras se intervienen los tramos para la construcción de alguna obra, no es “una casualidad” ya que luego de terminado el trabajo, las instituciones reciben otra licitación para arreglar las calles que hayan sido damnificadas.

“Para nadie es un secreto que este país está corrompido de los pies a la cabeza y la corrupción está en la construcción mayormente. Es casi la misma cosa en República Dominicana. Por eso ese deterioro en las calles y avenidas que se están construyendo, no es casual”, declaró Marte.