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Buzos invaden zona cero de explosión de San Cristóbal

Uno de los recolectores que se encuentran en la zona, dijo a reporteros de LISTÍN DIARIO que “eso lo hacemos nosotros para buscarnos el peso".

Algunos de los buzos que se encuentran en la zona cero de la explosión de San CristóbalJorge Martínez

En medio del mal olor y los escombros, los llamados “buzos” han invadido las inmediaciones de lo que era Casa Toledo y otras edificaciones aledañas a la zona cero de la explosión de San Cristóbal, con el fin de recolectar metales y venderlos.

Este domingo un equipo trabajaba en la demolición del lugar, sin embargo los moradores indicaron que los trabajos fueron pausados por la avería de la maquinaría.

La situación fue aprovechada por niños, adolescentes y adultos que ponen su vida en riesgo para recolectar varillas y otros metales, los cuales venden para “buscarse el peso”.

José Raymundo Rivera, uno de los recolectores que se encuentran en la zona, dijo a reporteros de LISTÍN DIARIO que “eso lo hacemos nosotros para buscarnos el peso. Aquí vienen camioneros y otros muchachos a ver que consiguen”.

Rivera declaró que venden las varillas e hierros a un precio que oscila entre 100 y 200 pesos, dependiendo de la cantidad y el valor que tengan.

Alrededor de 10 personas se encuentran rebuscando la zona y martillando las ventanas de los comerciales que fueron afectados por el siniestro, con el fin de sacar metales, los cuales acumulan en sacos y posteriormente, venden a un camión que se encuentra a una esquina del lugar.

La llegada de los buzos al lugar ha traído el descontento de muchos moradores, quienes aseguran que han sido víctimas de robo en sus hogares, afirmando que los recolectores están detrás de estos delitos.

Martina Mateo aseveró que fue víctima de robo en su casa, que fue una de las afectadas por la detonación.

Según narró Mateo, su casa se encuentra al lado de Casa Toledo y sufrió fuertes daños, por lo que se vio obligada a abandonar su vivienda junto a sus dos hijos y refugiarse en un lugar “que le prestaron”.

La mujer contó que su casa estaba cerrada con dos candados, pero que al visitarla esta mañana se percató que la seguridad había sido burlada y le habían robado algunos artículos del hogar.

“Estamos pasando el Niágara en bicicleta con estos buzos y ladrones”, apuntó.

Martina denunció que las autoridades no han hecho un levantamiento o se han acercado a ella para evaluar los daños de su hogar, al que a casi un mes de la explosión, no ha podido regresar.

Asimismo, indicó que es propietaria de una tienda de juguetes ubicada en la zona cero, la cual ha mantenido cerrada desde que ocurrió el hecho.

Respecto a las ayudas del Gobierno, dijo que solo le han entregado alimentos crudos, pero nadie le ha dado respuesta de los daños que sufrió su vivienda.

“Yo considero que las autoridades deben militarizar el lugar hasta que se resuelva esto, primero con la agonía de no estar en mi casa y ahora luchando con los ladrones”, explicó Martina.

Por su parte Fildarosa Tejeda, quien es otra de las afectadas afirmó que no ha recibido ayuda alguna y que su casa resultó con daños, producto de las fuertes llamas que arroparon los alrededores.

Tejeda enunció que se buscaba el sustento vendiendo café, negocio que ha puesto en pausa porque el mal olor y el cierre de las vías le han afectado las ventas.

Otros moradores reclamaron que las autoridades han trabajado con lentitud, sin importarle la integridad de la vida de los afectados. 

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