explosión
Una semana después, la tragedia de San Cristóbal lo complica todo
- Familias que salieron de la zona afectada narraron que los ladrones aprovecharon para robar objetos valiosos de sus casas.
“Aquel 14 de agosto nunca saldrá de mi mente”, así inicia rememorando el día de la explosión, Félix Maireny, quien venía llegando de su trabajo cuando ocurrió el primer impacto y desde ese esa tarde él y su familia se quedaron sin un lugar donde vivir.
Cuando ocurrió el hecho, de forma rápida ubicó a su madre, su hermana y su sobrino, quienes se encontraban en un segundo nivel y procedieron a salir de la casa, recuerda escuchar los gritos de las personas, sentir el calor del fuego cercano y ver los restos humanos a su alrededor.
Sin embargo,pese a que su casa permanece casi intacta a comparación con los daños de las viviendas aledañas, lo cual atribuye a un camión contenedor de colchones estacionado justo enfrente al momento del impacto, frente al que solía ser su hogar han encontrado varios cadáveres, por lo que las autoridades les limitan el paso a la zona.
“No podemos estar en nuestra casa por la contaminación, las extracciones de cuerpos y hay demasiados escombros frente a mi casa”, indicó el joven.
A parte del primer día, no han podido entrar a su casa ni llevarse consigo nada, ya que les han indicado que todo está contaminado y describió que su preocupación actual es de que desde hace cuatro días, él y su familia se han quedado “en la calle”.
Desde entonces, su madre y sus tres hermanos se encuentran dispersos durmiendo en casas de amigos que les han tendido su mano piadosa.
“Estoy en la calle con mis cuatro hijos, no tengo donde estar, estoy comiendo porque me traen comida, no me dejan pasar a la casa porque hay mucha contaminación”, explicó la madre del joven, Filda Rosa tejada.
Maireny sostuvo que aunque salieron ilesos del siniestro que le arrebató la vida a casi a casi 30 personas, los traumas de lo acontecido los persiguen, pues presenciaron la muerte de varios amigos y conocidos. “Físicamente no nos ha pasado nada, pero psicológicamente estamos frustrados, porque vivimos este episodio que nunca lo vamos a olvidar”, expresó .
“Le quiero hacer un llamado al presidente de la República, para que por favor nos ubique hasta que se arregle esta situación, porque yo y mi familia estamos, como dicen, pasando el niágara en bicicleta”, solicitó el joven.
Robaron su negocio y su casa
Con una sonrisa fue como recibió la señora Martina Mateo, conocida cariñosamente como “La sierva”, a un equipo de Listín Diario, tras decirle que la buscaban, luego conocer que su vivienda, ubicada justo al lado de Casa Toledo y su negocio localizado en frente, fueron afectados por la explosión de San Cristóbal y luego saqueados por desaprensivos.
Al decirle la razón de la búsqueda, bajo el sol y en plena calle, Mateo empezó a contar la historia.
Todo sucedió el lunes pasadas las tres de la tarde, mientras ella se encontraba en otro negocio en la misma calle y su hija permanecía frente a la casa que fue posteriormente incendiada. Cuando vio las piedras caer y el humo aumentar, su instinto de madre hizo lo que haría cualquier otra, ir en busca de su hija mayor.
“Salí corriendo hacia allá preocupada por ella, pero no pensé que la cosa era tan grave, no sabía que habían tantos fallecidos (...), yo tuve pérdidas materiales, pero lo más doloroso son los fallecidos, que ya no se pueden recuperar”, expresó la mujer.
Mateo, como madre angustiada expresó que pensó que hubiera perdido a su hija para siempre, pero además de algunos cables y piedras pequeñas que cayeron sobre ella, la joven resultó ilesa del impacto.
La mujer, quien tiene 11 años viviendo en la misma calle, y dos de estos en la casa donde sucedió todo, expresó que su casa y su negocio, donde vendía artículos para niños, además de resultar incendiado, fue saqueado por malhechores, que aprovechándose de la situación de peligro y el desalojo de la zona, robaron parte de sus pertenencias y su mercancía.
Afirmó que se dio cuenta de lo sucedido, cuando vio un video a través de las redes sociales, de unos siete desconocidos penetrando a su casa, mientras la persona que locutaba el audiovisual decía que se trataba de personas intentando ayudar a salir a una persona atrapada por el incendio.
No obstante, aun en medio de haber perdido casi todo, y tener que ser sedada para poder dormir bien después de lo acontecido, pide apoyo para los familiares de las víctimas del siniestro, más que para ella.
“Pido que les den apoyo y que oren mucho por ellos, para que el Señor los ayude a sobrevivir en medio de ese dolor tan grande y desesperante, porque perder una vida, no tiene precio, la pérdida humana es lo más importante, y eso es lo más doloroso, que es lo que ha consternado más al pueblo”, indicó la dama. ,
Indicó que por el momento, se encuentra alojada en un apartamento prestado junto a sus dos hijos de 22 y 19 años, pues no le han hablado una fecha o un proceso de reubicación todavía.
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