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Ante quejas de ciudadanos, la Policía retiene bocinas en Constanza

Entre los días 28 y 29 de este mes procedieron a la retención de 23 cajones de bocinas, entre ellos 14 tipo monitores

Agentes policiales incautando bocinas

Agentes policiales incautando bocinasArchivo.

En respuesta a quejas de ciudadanos que no pueden conciliar el sueño por el alto volumen que algunas personas mantienen a sus equipos de música, la Policía Nacional procedió a la incautación de unas 23 bocinas de diferentes tipos y tamaños, a fin de garantizar la paz y tranquilidad de los habitantes en el municipio Constanza, La Vega.

En una nota informativa a los superiores, con fecha de hoy, copia de la cual tiene este diario, el comandante y el subcomandante del “Departamento Operativo 1” con sede en esta ciudad, coronel Maximiliano Antonio Mejías Matos y teniente coronel Luis D. Alcántara Lantigua, manifiestan que entre los días 28 y 29 de este mes procedieron a la retención de 23 cajones de bocinas, entre ellos 14 tipo monitores, 1 tipo Drivers, 3 de bocinas grandes de uso casero, 2 tipo bajo, una pequeña, y dos recargables, marcas SNT.

La Policía afirmó que los operativos se realizaron “en respuesta a las llamadas telefónicas y denuncias realizadas por los ciudadanos, que residen en los diferentes sectores y residenciales de este municipio de Constanza”.

Las autoridades policiales dicen actuar en el marco del cumplimiento de la Ley 64-00, sobre la Protección al Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como la Ley 90-19 sobre la Prevención, Suspensión y Limitación de Ruidos.

De acuerdo con el informe policial, los equipos retenidos fueron enviados por ante el fiscal de Medio Ambiente José Luis Farías Mosquea, para los fines de lugar.

Las quejas de los ciudadanos son constantes, al punto de que se sienten amenazados por el ruido que provocan personas desaprensivas, tanto en colmados, barras, residencias, el parque Anacaona, como en vehículos, con el alto volumen de sus equipos de música, que algunos utilizan para promocionar el consumo de estupefacientes y sexo explícito, a cualquier hora del día o la noche, y sin respetar siquiera a niñas y adolescentes.

Tanto Salud Pública, Medio Ambiente como el departamento de Gestión Ambiental del Ayuntamiento Municipal permanecen indiferentes a las agresiones de ruidos contra la población, pese a que saben el daño físico y emocional que el ruido provoca en la salud.