crisis haití
Desacuerdos en el CARICOM retrasan salida política Haití
Hace dos semanas, el primer ministro Ariel Henry aceptó ceder el mando a un "consejo presidencial de transición"
La transición política en Haití se retrasa por desacuerdos entre las personalidades que deben componer las futuras autoridades del país caribeño, inmerso desde hace semanas en una profunda crisis provocada por la violencia de las pandillas.
Hace dos semanas, el primer ministro Ariel Henry, muy cuestionado por el auge de la inseguridad y por llegar al poder sin someterse a un voto popular, aceptó ceder el mando a un "consejo presidencial de transición".
Pero este grupo -compuesto por siete miembros repartidos entre las principales fuerzas políticas y el sector privado y dos observadores- no ha logrado ponerse de acuerdo para iniciar su gestión.
Tras largas negociaciones, todas las formaciones han designado a un candidato y tratan de acercar posturas sobre el funcionamiento del consejo presidencial, según declaró un miembro de ese grupo a la AFP bajo condición de anonimato.
Los nueve integrantes se reúnen esta tarde por videoconferencia con miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom), el bloque regional que supervisa las negociaciones haitianas.
Y luego elegirán a la persona que encabezará a las nuevas autoridades, indicó a la AFP un miembro de uno de los partidos implicados en las negociaciones.
Este fin de semana, la embajadora de Haití ante la UNESCO, Dominique Dupuy, que había sido designada para representar a la coalición EDE/RED/Compromiso Histórico, anunció que tiraba la toalla.
La única mujer candidata al consejo denunció amenazas de muerte contra ella y su familia, así como ataques misóginos.
Smith Augustin, exembajador de Haití en República Dominicana, la sustituyó como candidato para el consejo presidencial.
"En la cultura política haitiana, la confianza y la voluntad de compromiso son prácticamente inexistentes, y los actores políticos se enzarzan en una interminable lucha por el poder", lamentó este lunes James B. Foley, exembajador estadounidense en Haití de 2003 a 2005, en un artículo de opinión publicado en el Washington Post.
Pandilleros matan a un policía
A la espera de avances políticos, Puerto Príncipe sufre la ley de las pandillas que se aliaron a finales de febrero para lanzar un pulso a Henry.
Hombres armados mataron este lunes a un policía a las afueras de la capital, en un ataque que dejó también dos agentes heridos, informó el sindicato policial Synapoha en la red social X.
Un episodio más en los numerosos tiroteos y ataques contra las instituciones que sacuden el día a día de los haitianos en las últimas semanas.
El dominio de las bandas armadas, que controlan el 80% de Puerto Príncipe y paralizan el aeropuerto y parte del puerto, hunde a la población en una grave crisis humanitaria.
"La violencia y la inseguridad en Puerto Príncipe siguen perturbando las operaciones de ayuda", declaró este lunes Farhan Haq, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres.
"Menos de la mitad de los centros sanitarios de la capital funcionan a su capacidad normal", añadió.
La ONU prometió el año pasado una fuerza internacional para restablecer la seguridad en Haití, liderada por 1.000 policías kenianos.
Pero su entrada en vigor se ha visto retrasada por una falta de financiación y la decisión de Kenia de no enviar a sus agentes hasta la instalación del consejo de transición.
"La situación se ha deteriorado tanto que Washington podría no tener más remedio que montar una breve operación para destronar a las pandillas y facilitar una transición política", opinó el exembajador Foley en su tribuna para el Washington Post.
Estados Unidos ha descartado por el momento el envío de tropas a Haití, más allá de los marines que mandó a proteger su embajada en Puerto Príncipe.
El país norteamericano inició la semana pasada la evacuación de su personal diplomático y de otros ciudadanos estadounidenses.
Canadá anunció el lunes que empezó a evacuar por helicóptero a sus ciudadanos que pidieron ayuda para salir de la isla.