GESTIóN DE GOBIERNO
Jovenel Moïse cultivó vínculos cercanos y de plena colaboración con RD
Conocido por su éxito en el negocio de las bananas orgánicas, el asesinado presidente haitiano se erigió como un “outsider” político en las elecciones de su país, presentando su origen rural y logros empresariales.
Parte de la historia política de Haití se tejió con el inusual hilo de un empresario que se convirtió en presidente en medio de desafíos descomunales.
Jovenel Moïse trazó su camino desde el mundo de los negocios hacia la presidencia de la nación más empobrecida del hemisferio occidental. Su ascenso, marcado por su victoria electoral en noviembre de 2016, se produjo en un momento de profunda polarización y descontento en Haití.
Conocido por su éxito en el negocio de las bananas orgánicas, Moïse se erigió como un "outsider" político en las elecciones, presentando su origen rural y logros empresariales como credenciales ante un electorado golpeado por dificultades económicas.
Asumió la presidencia el 7 de febrero de 2017, un cargo público que nunca antes había ocupado. Su mandato, sin embargo, estuvo afectado por la controversia, enfrentando acusaciones de corrupción y oleadas de protestas violentas que pedían su renuncia.
diplomacia en tiempo de Moïse
Uno de los aspectos cruciales de su presidencia fue la diplomacia que mantuvo con República Dominicana. Desde que fue candidato presidencial, mostró su apoyo a que los haitianos no emigraran al país y se preocupó por crear buenas relaciones con las autoridades.
Una de las primeras visitas de Moïse al territorio dominicano fue a principios de enero de 2017, en la que aprovechó para recorrer las instalaciones del proyecto Punta Catalina, acompañado del entonces vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Rubén Bichara.
En esa ocasión, destacó que Haití necesitaba mejorar su matriz de generación energética. De ahí el interés de “conocer la experiencia de los hermanos” dominicanos.
El recorrido también incluyó el proyecto energético Monte Plata Solar, en la provincia de Monte Plata, y la planta de gas natural licuado de AES Dominicana, ubicada en Punta Caucedo.
cena de gala en el palacio nacional
Al otro día, fue recibido por el expresidente Danilo Medina en el Palacio Nacional, donde se realizó una cena de gala en la que participaron miembros de la delegación haitiana, así como funcionarios y empresarios dominicanos vinculados al comercio en Haití.
La comisión de funcionarios dominicanos, encabezada por los exministros de la Presidencia, Gustavo Montalvo, y Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, presentó los proyectos del gobierno dominicano para “mejorar la vida de la gente".
A su salida del Palacio Nacional, Moïse aseguró que “juntos podemos mejorar las condiciones de nuestros países. República Dominicana y Haití somos dos naciones hermanas”. Asimismo, al ser cuestionado sobre la migración, dijo que era “un tema permanente como la educación y la salud”.
A su toma de posesión presidencial asistió el entonces presidente Danilo Medina, en compañía de Miguel Vargas Maldonado, quien era el canciller de la República, José Ramón Peralta y Carlos Pared Pérez, asistente especial del jefe de Estado, entre otros funcionarios.
una visita a codevi
Luego de su investidura, el mandatario haitiano visitó la zona franca fronteriza Codevi, con el objetivo de ver el desarrollo de la localidad y conocer sobre el potencial de creación de empleos en iniciativas como las que impulsaba el Consejo Económico Binacional Quisqueya (CEBQ).
Durante el encuentro, el presidente de Grupo M, Fernando Capellán, y el empresario Juan Vicini le explicaron sobre las 4 fases de desarrollo del proyecto CEBQ y como Codevi era el “mejor ejemplo de cómo la creación de empleos en la frontera es la más efectiva propuesta de solución a los problemas de migración entre República Dominicana y Haití”, a lo que Moïse expresó su satisfacción por el impacto positivo que la zona franca estaba generando en la población haitiana de Juana Méndez.
los problemas en haití
Para el 2018, la crisis política, social y económica en Haití se agravó, por lo que no se tenía seguridad de que el presidente Jovenel Moïse pudiera mantenerse en el poder para cumplir su período de cinco años.
Los problemas haitianos solo fueron empeorando con el paso del tiempo, al punto en que se realizaron numerosas protestas exigiendo la renuncia por parte del presidente haitiano, lo que produjo que las Fuerzas Armadas, en varias ocasiones, aumentaran los niveles de control y vigilancia en los principales puestos de chequeos fronterizos.
En febrero de 2019, la esposa y dos hijos de Moïse se quedaron en Santo Domingo durante varios días, “debido a la situación de disturbios y de inestabilidad política que se vivía en su país”, según dijo en aquel entonces el ex director del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), almirante retirado Sigfrido Pared Pérez.
Con la llegada del COVID-19 se reanudaron las reuniones entre ambas naciones. Esta vez, Medina y Moïse mantuvieron un encuentro virtual para armonizar las acciones contra el virus. Las autoridades indicaron en ese momento que los gobernantes, de igual forma, trataron cuestiones fronterizas y de comercio.
la relación con abinader
En agosto de ese mismo año, el jefe de Estado haitiano participó en la ceremonia de investidura de su homólogo, Luis Abinader, acto descrito por él como “un testimonio elocuente de la amistad y la solidaridad que prevalece entre los pueblos haitiano y dominicano”.
El 10 de enero del 2021, Abinader aprovechó una visita a la zona fronteriza de Elías Piña para reunirse con Moïse, donde firmaron una declaración conjunta relacionada con las prioridades de la agenda bilateral entre Haití y República Dominicana.
los planes
En ese acuerdo de intención, ambas naciones se comprometieron a trabajar en el proceso de identificación y de inscripción en el registro civil haitiano de todos los ciudadanos del vecino país que se encontraban en territorio dominicano.
Además, se comprometieron a cooperar en la construcción de hospitales generales en territorio haitiano, con el apoyo de la comunidad internacional y abrir el proceso de negociación para delimitar las fronteras marítimas entre los dos países.
República Dominicana y Haití también desplegarían tecnologías de vanguardia para eliminar el flujo migratorio irregular y de armas, el tráfico y la trata de personas, el narcotráfico y el robo de ganado, entre otras actividades ilícitas.
Se comprometieron a cooperar para lograr la financiación necesaria para la adopción de un plan de capacitación y apoyo, que facilite la labor de reforzar la seguridad y la vigilancia fronteriza.
Asimismo, continuar con las negociaciones de manera sostenida hasta alcanzar un acuerdo comercial general, con el fin de establecer normas transparentes, estables, justas y previsibles para ambas partes y que permitiría frenar “el contrabando que erosiona la base impositiva”.
Otro punto discutido fue trabajar estrechamente en planificar una matriz de interconexión energética, priorizando las energías renovables (eólica, solar, biomasa, hidroeléctrica) que permitiría el intercambio del excedente de energía de un país a otro y, por último, fomentar la producción de productos biodegradables en lugar de aquellos que dañan el medio ambiente, especialmente los fabricados con poliestireno.
Varios días más tarde, el embajador de Haití en República Dominicana, Smith Augustin, señaló que las relaciones entre los dos países estaban en un momento esperanzador, y dio el crédito a la actitud de ambos presidentes.
“Las relaciones entre los países están en un buen momento. Este es un buen tiempo para recordar la expresión de solidaridad muy grande que dio el pueblo dominicano hacia el pueblo haitiano durante el terremoto (de hace 11 años). Yo digo que estamos en un momento de mucha esperanza, porque hay dos gobiernos que se dan la mano, que tratan de trabajar juntos, valorar un poco el tema de la cooperación”, externó Augustin en una entrevista ofrecida al periódico El Día.
río masacre
El primer gran encontronazo del gobierno de Moïse con Abinader, precisamente por la canalización del río Masacre, se produjo en mayo de 2021 tras una reunión entre los dos, cuando coincidieron en Quito, Ecuador, durante los actos de posesión del nuevo gobernante de ese país, Guillermo Lasso.
La situación se tornó tensa al más alto nivel cuando Moïse posteó: “Tuve una reunión muy productiva con el presidente Luis Abinader. Le informé sobre el progreso de la reforma constitucional, una promesa de campaña. El tema de la construcción de la presa en el río Masacre también fue discutido durante esta reunión”.
El presidente de Haití había publicado, igualmente, que acordó con Abinader “no caer en el juego de los ultranacionalistas dominicanos y haitianos y seguir trabajando en beneficio de ambos pueblos”.
Estas declaraciones provocaron una reacción inmediata del canciller dominicano, Roberto Álvarez, quien advirtió: “El presidente Abinader dialogó con su homólogo, el presidente Moïse de Haití, en Ecuador, y en relación a la cuestión del río Dajabón, le manifestó solamente que ese tema está en manos de las cancillerías de ambos países”.
Ese fue el último encuentro entre Luis Abinader y Jovenel Moïse, debido a que fue asesinado la madrugada del 7 de julio por hombres armados que perpetraron un asalto a su residencia en el barrio de Pelerin, Puerto Príncipe.