enfoque
El desastre de los 24 meses del gobierno de Ariel Henry en Haití
¡Desastre, desastre, desastre! Es la palabra perfecta para designar los resultados del gobierno del Primer Ministro Ariel Henry tras el asesinato del presidente Jovenel Moise el 7 de julio de 2021.
Sin embargo, debemos admitir que el Primer Ministro designado por Twitter por los embajadores del Core Group el 20 de julio de 2021 no es el único culpable de este resultado. Este es también el resultado de la comunidad internacional, que siempre ha apoyado este poder en todos sus abusos.
La actitud arrogante y prepotente del Core Group, en lo que tradicionalmente piensa que sus ideas son los mejores para el pueblo haitiano, constituye el principal obstáculo para un verdadero consenso haitiano sobre la crisis.
Por un lado, hablan de consenso y de solución haitiana, solamente para consumo de la opinión pública internacional. Por otro lado, fortalecen el poder de Henry al obligar a los actores políticos y de la sociedad civil a someterse a su voluntad, a pesar de la evidencia de su fracaso y falta de liderazgo tras 24 meses de poder.
Esta duplicidad tiende a reforzar la desconfianza del pueblo haitiano en las iniciativas internacionales sobre la crisis. Para la gran mayoría, los métodos, en particular los relacionados con el posible envío de una fuerza armada y la mediación entre los actores, crean mucha disensión entre los actores.
Si no hay un cambio de política en el apoyo incondicional de la comunidad internacional al poder autocrático de Henry , el país se hundirá en un caos peor que el que estamos viviendo actualmente. Porque este gobierno quiere perpetuarse el mayor tiempo posible en el poder y realizar elecciones como en 2011 para pasar la gobernanza del país a su clan político.
Nuestro análisis del resultado de este gobierno toca 4 puntos principales:
1- Seguridad. Este es el punto crucial que refleja en gran medida el fracaso de este gobierno. Bajo este gobierno se produjeron más de 15 masacres con varias decenas de muertos. Las pandillas están fortaleciendo su territorio día a día. Han bloqueado completamente el acceso a Puerto Príncipe.
Según varias organizaciones de derechos humanos, la policía está inerte, el consejo superior de la policía nacional encabezada por el Primer Ministro está completamente inexistente. Los funcionarios que a menudo son acusados de complicidad con grupos criminales hacen a este consejo disfuncional. De hecho, dos ex ministros, el de Justicia y del Interior, miembros de este gobierno durante más de 15 meses, fueron implicados respectivamente en escándalos de importación ilegal de armas de guerra para las pandillas y secuestros de personas.
El movimiento de autodefensa de Bwakale, que ha causado pánico entre los bandidos favoreciendo una mejora tangible en la situación de seguridad, ha sido hábilmente combatido por los funcionarios de este gobierno. Los policías que acompañaron este movimiento popular son objetos de amenazas dentro de la institución. Esta situación ha reducido la intensidad de este movimiento y al mismo tiempo ha permitido una notable reanudación de los casos de secuestros.
2- La economía. La ya muy precaria situación económica bajo el presidente Jovenel se ha deteriorado notablemente bajo este poder. La tasa de inflación se eleva a más de 50% y no existen medidas sociales para acompañar a la población. La moneda nacional está en fuerte declive frente a las monedas extranjeras. El dólar prácticamente ha experimentado una apreciación promedio de más del 55% y es muy escaso en el mercado financiero.
El acceso a puntos estratégicos del territorio bloqueado por bandas armadas reduce drásticamente la dinámica de intercambio interno que mueve la economía nacional entre varias regiones del país. El turismo interior durante los períodos estivales que constituía una gran oportunidad económica para las zonas rurales, casi no existe.
La agricultura es un sector en bancarrota, no existen vías de acceso para las ventas de los productos. Es el periodo más desastroso en la historia nacional para el campesinado haitiano.
Es la misma situación en el sector del transporte. Hay una reducción significativa en las vías de circulación con un aumento significativo del precio de la gasolina. A pesar de una caída considerable en el mercado internacional del precio de la gasolina, se ha mantenido casi el mismo precio en Haití y además no está disponible. Se adquiere a menudo por dos o tres veces superiores al precio fijado en ciertas áreas.
3- Justicia. El único indicador de la existencia de una justicia lo constituyen las últimas querellas iniciadas por un magistrado contra los presuntos criminales de la masacre del barrio (La Saline) en 2018 y los actuales administradores del fondo de asistencia social. Se están realizando maniobras tanto dentro como fuera del sistema judicial para frenar este impulso. El Magistrado a cargo de estos casos fue objeto de un intento de asesinato el 17 de mayo de 2023.
El país más corrupto no castiga a nadie por corrupción. Los corruptores tienen el control total del sistema de justicia. El recurso tradicional a los métodos delictivos está disponible en caso de que se les escape un elemento del sistema. Esto explica la relación entre el aumento dramático de la violencia de las bandas criminales durante el año 2020 y los reclamos de justicia por casos de corrupción comprobada como el despilfarro de fondos de Petrocaribe y el saqueo de recursos públicos por parte de oligarcas corruptos.
A pesar del escepticismo generado por las sanciones internacionales, la gran mayoría de los haitianos estaban encantados con su aplicación contra un conjunto de personalidades que se creían no justiciables por su toda potencia. Hasta ahora, ese escepticismo permanece. Por un lado, están los riesgos de manipulación política, por ejemplo República Dominicana omitió en su lista los nombres de ciertas personalidades sulfurosas y optó por incluir otras que no convencieron a mucha gente; por otra parte, no se realiza ningún seguimiento judicial a nivel de los tribunales haitianos contra estos presuntos delincuentes.
4- Gobierno autocrático
El poder del primer ministro se caracteriza por una gobernanza autocrática. Henry combina las funciones del legislativo, judicial y ejecutivo. La separación de estas funciones constituye valores cardinales para todo sistema democrático. El poder tiende a corromper, el poder absoluto corrompe absolutamente.
Henry es Primer Ministro, Presidente, ministro del Interior, Jefe del Consejo Superior de la Policía Nacional, Responsable de designar los Integrantes de la Suprema Corte de Justicia y de los Jueces del Tribunal electoral y no tiene ningún órgano de control que evalúe sus acciones. Es dueño de la vida y de la muerte. A pesar de todo, no logra crear condiciones favorables para organizar elecciones y su mandato casi tiene término.
Para los países y las instituciones internacionales del Core Group, Haití sólo merece una democracia tropical a la medida y un modelo de “desarrollo” centrado en el humanitarismo. Estos países no nos acompañarán a mejorar nuestro clima de negocios para atraer inversiones productivas en nuestra economía quebrantada. Su plan es fortalecer la industria de la caridad: donaciones de algunas motos a la policía, pequeños millones para el Programa Mundial de Alimentos (PMA) para combatir la hambruna, subvenciones a los ONG, entre otros.
Siempre alentarán al poder a lacayos como Ariel Henry y Michel Martelly para que hagan el trabajo sucio de destruir el país. Porque el objetivo es demostrar que los malditos negros que se atrevieron a desafiar la geopolítica esclavista de la aristocracia blanca de los siglos XV, XVI y XVII no son aptos para gobernarse y hacerse cargo de sí mismos.
Siempre les resultará difícil aceptar un consenso haitiano ante la crisis. Sólo la movilización popular de las fuerzas del progreso en Haití acompañada de una gran solidaridad mundial ayudaría a imponer esta solución haitiana y poner al país en la senda del desarrollo sostenible.