Un preso de 103 años no puede ser enviado a su hogar por carecer de familia que lo reciba
La Comisión de Cárceles de la Defensa Pública llamó a los jueces de ejecución de la pena para que consideren de manera humanitaria las solicitudes de cambio de régimen de cumplimiento de pena, dadas las condiciones deplorables de salud en las que se encuentran muchos de los privados de libertad
Un hombre de 103 años, privado de libertad en Haras Nacionales.
Un hombre de 103 años, privado de libertad en Haras Nacionales, no puede ser enviado a su hogar por carecer de familia que lo reciba y la falta de centros geriátricos adecuados en el país.
Para la Comisión de Cárceles de la Defensa Pública es preocupante la situación de adultos mayores dentro de los centros penitenciarios del país.
Llamó a los jueces de ejecución de la pena para que consideren de manera humanitaria las solicitudes de cambio de régimen de cumplimiento de pena, dadas las condiciones deplorables de salud en las que se encuentran muchos de los privados de libertad.
Mencionó que también la comisión ha evaluado los casos de privados de libertad que se encuentran con enfermedades terminales como cáncer avanzado, diabetes y VIH con complicaciones pulmonares severas, así como un número significativo de personas con trastornos mentales que requieren atención especializada y continua.
Señala que el objetivo de la evaluación es identificar casos de personas privadas de libertad que, debido a condiciones de salud o avanzada edad, requieren urgentemente ser considerados para excarcelación.
Recientemente, la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, presidida por el diputado Juan Dionicio Rodríguez Restituyo, presentó un proyecto de ley que ha sido complementado con observaciones clave del director de la Oficina Nacional de Defensa Pública, Rodolfo Valentín Santos.
Estas observaciones son fundamentales para garantizar una legislación que responda adecuadamente a las necesidades humanitarias en el sistema penitenciario.
La comisión manifestó que en colaboración con el departamento médico de la Dirección Nacional de Servicios Penitenciarios, se ha realizado un análisis detallado de los casos de personas privadas de libertad que podrían beneficiarse de una modalidad distinta a la privación de libertad, dadas sus condiciones de salud.