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Hombre que duró 34 años prófugo de la justicia estadounidense fue deportado desde RD

Henry Perea Jr. se había declarado culpable el 28 de febrero de 1989 de violación y agresión sexual en la ciudad de El Segundo en Los Ángeles antes de huir de los Estados Unidos.

Imagen ilustrativa de un mazo de juez.Pexels/ Katrin

LISTÍN DIARIOSanto Domingo, RD

Luego de casi 35 años prófugo de la justicia estadounidense, las autoridades dominicanas detuvieron a un hombre que se fugó y no se presentó a su audiencia a celebrarse en 1989 en la ciudad El Segundo, en California.

Henry Perea Jr. se había declarado culpable el 28 de febrero de 1989 de violación y agresión sexual antes de huir de los Estados Unidos, y desde entonces se desconocía su paradero.

La operación estuvo a cargo de la Dirección Nacional de Control de Drogas de la Unidad de Investigación de Fugitivos de la Oficina de Asuntos Exteriores de la República Dominicana (DRFFO, por sus siglas en inglés) de los Alguaciles Federales de la República Dominicana, quien detuvo a Perea Jr. el pasado 5 de enero.

ARRESTO

El 20 de diciembre de 2023, la Oficina Regional de Seguridad en Santo Domingo notificó a la DRFFO que Perea había presentado una solicitud de pasaporte por correo y que residía en República Dominicana.

Después de consultar con el Distrito Central de California del USMS y el Departamento de Policía de El Segundo, se confirmó que la orden aún estaba activa y el USMS adoptó el caso.

Con la ayuda de los investigadores de la RSO, a Perea se le programó una cita con la sección consular para recuperar su pasaporte estadounidense en persona.

Perea confirmó su identidad proporcionando información de identificación y admitió que él era el individuo en la foto de registro del Departamento de Policía de El Segundo de 1989.

El hombre fue deportado a Estados Unidos el 26 de enero.

Los alguaciles estadounidenses trabajan con la comunidad internacional encargada de hacer cumplir la ley para detener a fugitivos en el extranjero, así como para buscar fugitivos extranjeros que vivan o residan en los Estados Unidos. Los Marshals protegen al público de los fugitivos internacionales mediante esfuerzos coordinados de aplicación de la ley con autoridades nacionales y extranjeras.

Cuatro oficinas de campo de los Marshals de los EE. UU. en el extranjero, un programa de capacitación para el cumplimiento de la ley en el extranjero y un programa de enlace internacional coordinan estos esfuerzos de aplicación de la ley. La agencia también mantiene puestos de enlace con Interpol Washington, la Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia y el Servicio de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado.