apelación
Corte confirma condena de 30 años contra cuatro hombres acusados de asesinato
Yeri Cordero Sosa fue asesinado en marzo de 2020 en el sector Bella Vista.
La Tercera Sala de la Corte de Apelación del Distrito Nacional confirmó la condena de 30 años de prisión a los cuatro acusados del asesinato del joven Yeri Cordero Sosa, hijo del narcotraficante Pascual Cordero Martínez (El Chino).
El tribunal rechazó los recursos de apelación interpuestos por Pablo José Santos Polanco (Pequeño o El Menor), Gerald Utate Rodríguez, Maikol José Báez Santos (El Taxista y/o Zombie), y José Alberto Morán Pimentel (El Motorista y/o El Pollo), en contra de la condena a 30 años de prisión que le impuso el Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, en julio del 2022.
Tres de los condenados guardan prisión en el Centro de Corrección y Rehabilitación de San Pedro de Macorís, y uno en la cárcel pública de Baní, en la provincia Peravia, por el asesinato de Cordero Sosa, la madrugada del 9 de marzo de 2020, en el sector Bella Vista.
Luego de la lectura del dispositivo de la sentencia, el presidente del tribunal, Pedro Sánchez, les recordó a los imputados que disponen de un plazo de 20 días para recurrir la decisión en casación, ante la Suprema Corte de Justicia (SCJ), a partir del 10 de Julio.
También les sugirió modificar su conducta y aceptar la sentencia con resignación.
Según la acusación presentada por la Fiscalía del Distrito Nacional, los imputados tenían alrededor de un mes dándole seguimiento y preparando la muerte de Yeri Pascual Cordero Sosa. indica que finalmente, ejecutaron el crimen, cuando la víctima salía de una discoteca en la que celebraba su cumpleaños junto a Jassel Kadafi Estepan Lebrón y otros amigos.
Señala que cuando el grupo salió del centro de diversión, fue interceptado por Santos Polanco y Morán Pimentel, quienes desde una motocicleta realizaron varios disparos hacia el interior del vehículo e impactaron a Cordero Sosa en el costado izquierdo y a Estepan Lebrón en la cabeza.
Sostiene que Manuel Mesa Beltré, condenado a 30 años por narcotráfico y quien falleció en la cárcel, encargó el asesinato y envió la suma de un millón de pesos a Gerald Utate Rodríguez, quien distribuyó el dinero a todos los involucrados.