Justicia

Rolando Florián Féliz cree que merece la libertad y niega nexos con narco

El nativo de Barahona ha sido vinculado en varios hechos de tráfico de drogas

Fotografía de archivo del domingo 10 de noviembre de 2002 muestra a la periodista Asela María Lamarche en un momento de la entrevista con Ronaldo Florían Féliz.Roberto Rotchi

"Nunca he estado envuelto en asuntos de drogas, soy inocente, estoy demostrando mi inocencia en los tribunales de país, he sido descargado en seis ocasiones, no tengo una condena definitiva y estoy luchando por recuperar mi libertad, que creo me la merezco".

Así lo afirmó Rolando Florián Féliz durante una entrevista exclusiva que concedió desde la celda en solitario que ocupa desde hace seis años en esta prisión de máxima seguridad al recibir al LISTIN DIARIO.

Florián accedió, además, a esta entrevista de forma simultánea para el programa "Con Nosotros" y será transmitida este lunes a partir de las diez de la noche por el canal 45, Teleradioamérica y repetida por la Revista 110 que produce Julio Hazim el próximo martes a las siete de la mañana.

Rolando Florián Féliz se declaró un admirador de José Francisco Peña Gómez, Juan Bosch y Mahatma Ghandi, dijo tener diez hijos y haber estado casado diez veces. Le gusta cocinar, -cocina muy bien- las orquídeas, la música clásica, y leer buenos libros, de García Márquez e Isabel Allende, entre otros, así como la Biblia, Job es su personaje preferido.

Negó haber tenido vinculaciones con el desarticulado cártel de Cali ni jamás haber estado involucrado en la venta de drogas, tampoco consumirlas, afirmando que jamás "ni ha matado ni ha mandado a matar ni secuestrar a nadie".

"Ni siquiera a Marino Vinicio Castillo, (Vincho) a quien definió como "un abogado brillante, que sabe manipular, manejar los medios y sabe manejarse, "pero yo no soy quien para disponer de la vida de ese señor, yo soy un hombre cristiano que cree en Dios, nunca se me ha pasado por la mente la idea de mandar a asesinar a nadie, sus denuncias se debieron porque quería hacerle daño en esa época al PRD y a Peña Gómez".

El coronel José Antonio Mieses y el alcalde Enrique Valdez Díaz se miran las caras, exhaustos, pero pacientes a pesar de la larga jornada junto a nosotros sentados en un sillón en la celda de Florián Féliz mientras grabamos esta entrevista. El sudor corre por sus rostros, todos tenemos calor aquí dentro en esta solitaria que ocupa Florián, que si bien es cierto tiene un aspecto acogedor, de "suite" no tiene nada. Florián ocupa un espacio pequeño, dividido por una cama, un pequeño televisor, abanico de pedestal y radio.

Su elegante ropa se sostiene de una tabla, en perchas corrientes, el baño tiene apenas una diminuta ducha separada de la habitación por una puerta junto a una pequeña co-cina, donde él prepara sus alimentos todos los días.

Hoy cocinó con esmero para todo nuestro equipo, que disfrutó de guineítos verdes, papas salcochadas, po-Ilo asado, brócoli en salsa, todo servido en platos plásticos, con refresco, por él mismo, mostrando un trato afable y sencillo. Es un hombre que, además, refleja astucia e inteligencia.

Su pequeño y lindo perro negro poddle "Fly" fue entregado a un compañero de celda contigua que tiene, que también está en solitaria, no tienen contacto, pero se ven por una reja, a su recluso vecino le apodaron "el come cenizas". Ambos ocupan un lugar aislado del edificio principal, en un terreno que fue construido para albergar a Florián.

Para llegar hasta él hay que cruzar primero una verja junto con tres enormes candados, fuertemente custodiada y luego una puerta blindada color amarillo mostaza.

El coronel Mieses, de amplia trayectoria en la Policía Nacional cumplió dos meses aquí recientemente, a cargo de la seguridad del recinto, con su trato afable y sereno explicó “las medidas de seguridad que he instaurado en torno a Florián son simples, nadie puede venir a verlo a solas, si él quiere solicitar algo, venimos todos juntos, la seguridad para ver qué solicita, ningún policía puede venir a hablar con él a solas".

Esta afirmación fue corroborada por el alcaide Valdez Díaz, abogado penalista de profesión y también de un temperamento muy agradable y pausado, teniendo un año y tres meses en la posición. Nos explicó "así es, también todos los alimentos que ingresan a su celda son inspeccionados cuidadosamente, así como todo el que entra, sin excepción, no podemos correr riesgos".

Ambos dijeron que Florián Féliz ha tenido hasta ahora "un comportamiento ejemplar", mientras añadían "Monte Plata debe ser una de las cárceles donde menos fugas se han pro-ducido, la gente la conoce mucho porque esta recluido aquí Florián Féliz, pero quisiéramos que se conocieran más otras cosas, como los programas de estudios que disponemos para nuestros reclusos, que van desde diseño, computadoras, hasta car-pintería, de aquí salen con una profesión para ganarse la vida, ahora mismo sí necesitamos ayuda porque no tenemos para pintar la cárcel por fuera y quisiéramos embellecer un poco su entorno, más ahora que vienen las navidades".

Florián, bien vestido, con pantalón oscuro, y camisa blanca, emanando un aroma de colonia muy masculino, añade al respecto, "voy a pedirle públicamente a Julito Hazim, que pida en la Revista 110, que nos donen unos galones de pintura para nuestra cárcel, a nosotros nos preocupa mucho además que nuestros compañeros reclusos estén bien, pero necesitamos que nos ayuden, que por favor contribuyan todos los sectores como mejor puedan para dar una mejor calidad de vida a los presos".

Apunta entonces que "me levanto siempre bien temprano a ver el programa de Julito Hazim, vengo siguiendo su carrera desde hace tiempo, yo confío mucho en ese señor, le he dado seguimiento a su trayectoria desde hace 12 años, él es muy certero en sus pronósticos, y en los análisis socioeconómicos es un león, se le nota además que es el que menos compromisos tiene con nadie".

Tras ver televisión temprano en la mañana, Florián lee los periódicos, se prepara su desayuno, sale a un estrecho patio que tiene en su celda para tomar aire fresco, y hacer ejercicios, luego se ducha, y espera transcurrir el día.