La cúpula: Mayor desafío en restauración del Palacio Nacional
Los trabajos han abarcado obras de arte, antigüedades y mobiliario histórico, así como dar tratamiento especial a mármoles y sistemas de iluminación, con un adecuado balance entre lo preventivo y curativo.
Su trabajo ha sido en tres años similar al de un buzo en las profundidades del océano. En ese lapso ha podido conocer secretos y detalles inéditos del Palacio Nacional, la estructura de estilo neoclásico que sobresale por su icónica cúpula, en el sector Gascue de la capital.
El arquitecto, urbanista, investigador y ensayista, Sergio Cross, sabe que tiene una comprometedora responsabilidad en sus manos: Devolverle a la casa presidencial de la República Dominicana el esplendor de sus orígenes.
Desde su posición de coordinador general de la Comisión de Restauración y Conservación del Palacio Nacional y de su Entorno, creada en virtud del decreto 69-21 del presidente Luis Abinader, emitido el 8 de febrero de 2021, y junto a un grupo de expertos y asesores nacionales y extranjeros, ya han logrado lo que define como la más abarcadora investigación sobre la historia y necesidades en materia de restauración de la casa de gobierno.
“Han sido unas intervenciones muy cautelosas en el sentido técnico y en base a un consenso previamente establecido”, expresa Cross, de 34 años, sobre el trabajo que realiza la Comisión para preservar la integridad física y estética del Palacio Nacional y su entorno urbano.
La Comisión se conformó para rescatar la casa de gobierno, mejorar la operatividad de las labores, reforzar la seguridad y asesorar en la organización de los festejos con ocasión del 75 aniversario de su inauguración.
Sus orígenes
El diseño del Palacio Nacional comenzó en 1939 y su construcción e inauguración estuvo ligada a dos fechas patrias, pues se iniciaron los trabajos el 27 de febrero de 1944, con motivo del primer centenario de la Independencia Nacional, y fue inaugurada el 16 de agosto de 1947, Día de la Restauración.
La estructura fue encargada por el dictador Rafael Leónidas Trujillo al ingeniero italiano Guido D’Alessandro Lombardi, quien construyó también otras obras para el sátrapa.
El costo ascendió en aquel entonces a unos cinco millones de pesos, sin incluir el mobiliario ni el terreno de 25,000 metros cuadrados, con 18,000 metros cuadrados de construcción.
Qué se ha hecho en tres años
Como el Palacio Nacional estaba deteriorado, Cross destaca que el primer paso de la Comisión, en medio de las limitaciones por la pandemia del Covid-19, fue realizar levantamientos, investigaciones profundas y evaluación del estado de conservación.
Ese diagnóstico de casi mil páginas, que contó con el aporte de asesores nacionales e internacionales, permitió restaurar los diversos salones, entre ellos el de Embajadores, el Verde y las Caobas.
Los trabajos han abarcado obras de arte, antigüedades y mobiliario histórico, así como dar tratamiento especial a mármoles y sistemas de iluminación, con un adecuado balance entre lo preventivo y curativo. La rehabilitación incluyó todos los baños, ya que por su antigüedad muchos estaban cerrados e inoperantes.
Las intervenciones se han dividido en internas, de conservación, restauración y proyectos externos, además de la gestión cultural.
“El Ministerio Administrativo de la Presidencia es el brazo operativo, a través de su Dirección de Ingeniería y Servicios Generales, pero la Comisión es que depura técnicamente a diferentes artistas, restauradores, los diferentes materiales y el histórico de cada obra de arte”, explicó Cross, quien coordina la entidad en grado honorífico, la cual integran también Eugenio Pérez Montás, María Amalia León y César Iván Feris Iglesias, entre otras personalidades del ámbito de la gestión cultural y la arquitectura.
Otra meta alcanzada en esa etapa de los trabajos ha sido la elaboración del primer inventario de bienes de interés cultural (BIC) del Palacio Nacional, que ahora serán parte de la museografía del recorrido histórico cultural de los visitantes.
También el diseño de proyectos para el mejoramiento urbano de los alrededores del Palacio Nacional, lo que incluye en las etapas siguientes la restauración de propiedades de gran valor histórico ubicadas en el entorno de la casa de gobierno.
La cúpula, el mayor reto
Cross, entrevistado en visita a la redacción del LISTÍN DIARIO, afirma que el mayor desafío hasta ahora ha sido el rescate y consolidación estructural de la emblemática cúpula del Palacio Nacional, debido a que la encontraron en medio de una crisis estructural.
“La cúpula tenía una urgencia en materia estructural, especialmente la linterna ubicada en la parte superior. Esa pieza fue descuidada por varios años y ese conflicto estructural fue reparado primero con un apuntalamiento y después se dio una solución definitiva con la sustitución de columnas, porque los escombros caían al suelo”, explicó el arquitecto.
Los trabajos en la cúpula eran de urgencia, no solo por el peligro que representaba, sino porque se completaron antes de la celebración de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado del año pasado, celebrada en el país.
El arquitecto conservacionista del Palacio Nacional resalta que la restauración de la sede presidencial, su capilla y el entorno ha sido un trabajo inclusivo y abarcador en que han dado incluso participación a estudiantes de todas las escuelas de arquitectura de las diferentes universidades del país.
En el proceso de levantamiento de la investigación histórica, todavía en curso, la Comisión logró identificar las técnicas que utilizaron los artesanos originales durante la construcción del Palacio.
Cross citó el caso de la lámpara principal de bronce ubicada en el vestíbulo, la cual desarmaron pieza por pieza para su reparación y posterior ensamblaje, teniendo el cuidado de no romper ninguna.
Durante la restauración hay hallazgos que la Comisión se ha reservado por su carácter confidencial y otros curiosos como etiquetas de los fabricantes detrás de muebles, espejos y otros artículos del Palacio Nacional.
Por igual, fotografías, fílmicas y hasta documentos que se encuentran fuera del país. “De verdad que he encontrado mucho. Por ejemplo, yo pude incluso hacer un organigrama de quiénes participaron en la gestión del proyecto, desde la idea hasta el diseño y construcción del Palacio Nacional”, refirió Cross.
Recopilar tantas informaciones inéditas y conocer algunos secretos del Palacio Nacional, Cross lo asume como un compromiso de Estado y de nación, el cual considera libre de banderías políticas, tras agradecer al equipo que lo ha acompañado en este proceso, al Ministerio Administrativo de la Presidencia y al presidente Luis Abinader por brindar esa oportunidad a un profesional de su edad.
Las normativas, regulaciones arquitectónicas y de uso también han sido elaboradas por la Comisión para preservar la esencia del complejo presidencial.
Al preguntarle si contemplan reforzar medidas de seguridad, a raíz del reciente incidente en que un hombre estrelló su vehículo en una de las entradas del Palacio Nacional, Cross dijo que esa parte también está contemplada en el decreto 69-21, aunque es un área que no compete a la Comisión.
El arquitecto saluda que, aunque la sede presidencial es una edificación de alta seguridad, en los últimos años se ha abierto al público para mostrar su belleza a visitantes mediante recorridos por sus diversas áreas.
Refirió que todas las actividades e intervenciones en el Palacio Nacional están respaldadas por la investigación desarrollada por la Comisión, bajo los parámetros que dictan las leyes que defienden el patrimonio cultural y cartas internacionales.
Conclusión de los trabajos
Sobre la fecha de terminación de los trabajos, dijo que laboran sin tiempo porque una restauración de ese tipo no se hace de la noche a la mañana, además de que se trata de un proyecto elaborado por personas con altos conocimientos técnicos y académicos de la arquitectura, las bellas artes y la historia.
Otra razón de evitar fijarse una fecha de conclusión –reflexionó Cross- es que trabajarán, además, con los inmuebles ubicados en el entorno del Palacio Nacional, algunos incluso más antiguos que la casa de gobierno.
“Con el entorno urbano se pretende mejorar las casas de los alrededores, la circulación vial pensando en el colectivo y no solo en el Palacio, y aplicar una serie de políticas para que no luzcan en estado de abandono”, precisó, tras puntualizar que ha sido un trabajo “largo y tedioso”, tomando en cuenta que se labora en un horario que no interrumpa las labores habituales en la sede del Poder Ejecutivo.
“El objetivo es retornar el Palacio Nacional a su originalidad, sin que se vea como un proyecto trujillista”, declaró Cross, quien adelantó que la Comisión, a través de la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental, ha propuesto que el palacio presidencial sea declarado Monumento Nacional y Patrimonio Cultural de todos los dominicanos.
A su juicio, el contratista del Palacio Nacional, Guido D’Alessandro Lombardi, logró desvincular la obra de la egolatría de Trujillo, a tal punto que ni siquiera fue invitado a la inauguración y su placa fue retirada de la edificación. “Trujillo abusó de los que diseñaron y construyeron el Palacio Nacional”, agregó.
Consideró que, si se compara con otras sedes de gobierno, como el Capitolio de La Habana, Cuba, el Palacio Nacional de República Dominicana es un digno exponente del estilo neoclásico en Latinoamérica por sus esquemas, motivos ornamentales y códigos estéticos, producto de ese afán propagandístico en materia arquitectónica de la tiranía de Trujillo, por lo que luce asentado en su terreno e imponente en su entorno.
Allí hay sillas presidenciales con cerca de 90 años, provenientes del Museo de las Casas Reales.
Como otro dato histórico, Cross mencionó también la participación en su construcción de destacados artistas del exilio republicano español con formación en las bellas artes.
El urbanista, quien ha sido profesor de las cátedras de diseño arquitectónico en la escuela de arquitectura de la Universidad Iberoamericana (UNIBE), también prepara un libro y un documental sobre la historia del Palacio Nacional que están en su etapa final.
SEPA MÁS
Junto a Sergio Cross, Eugenio Pérez Montás, María Amalia León y César Iván Feris Iglesias, integran la comisión de restauración el ministro administrativo de la Presidencia, quien la preside; el viceministro de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, primer director; el director nacional de Patrimonio Monumental, segundo director; el director de ingeniería y servicios generales del Ministerio Administrativo de la Presidencia, quien funge como coordinador de ingeniería, tecnologías y servicios, y el director ejecutivo del Gabinete del Sector Construcción del Poder Ejecutivo, en calidad de consultor especial.