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Peligra la formación técnica en el Politécnico Parroquial Santa Ana

El politécnico Santa Ana funciona con maquinas desfasadas y otras dañadas.

El politécnico Santa Ana funciona con maquinarias desfasadas y otras dañadas.ld

El Instituto Politécnico Parroquial Santa Ana fue fundado en el 1990, durante el gobierno del reformista Joaquín Balaguer, en el sector distrital de Gualey, con el único interés de impactar esa comunidad y a las aledañas con la enseñanza de artes y competencias técnicas que conviertan a los estudiantes en económicamente productivos al culminar su formación escolar.

Son dos servicios formativos en artes (música y artes visuales) y siete técnicos (procesos gráficos, instalación eléctrica, gestión administrativa y tributaria, soporte de aplicaciones de redes, electrónica, desarrollo de aplicaciones y refrigeración y reparación de aires acondicionados), las que conforman la oferta académica que hoy peligra en un camino cada vez más claro hacia la decadencia.

Pese a los esfuerzos de administrativos, profesores, estudiantes y familiares, el Politécnico Santa Ana no da abasto para responder a la demanda de excelencia de una institución católica, tampoco la que requieren las áreas didácticas que imparten y las del propio Ministerio de Educación, específicamente de la Dirección de Educación Tecnico Profesional, según sugieren los testimonios, con maquinarias desfasadas, que se recibieron en su fundación, otras dañadas y un gran número de faltantes.

Los talleres se encuentran casi inutilizables para los 489 alumnos que tienen hasta el momento en este nuevo año escolar 2024-205, según el propio personal del centro, quienes recibieron a un equipo de periodistas del Listín Diario y expusieron la situación por la que han pedido reiteradamente, durante largos años, a las autoridades.

“Hacemos todo lo posible por que nuestros jóvenes adquieran las competencias, sin talleres debidamente adecuados y pasando por un momento difícil, especialmente a nivel tecnológico”, indicó Lilian Pena, coordinadora general, al resaltar que en el afán de conseguir que sus egresados consigan todas las competencias, han realizados acuerdos por su parte con el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep).

Los talleres de artes en decadencia

En las clases de artes, brillan los colores, pero desde que se hace paso hacia el taller se denota la diferencia entre las sillas amarillas con espaldar, y las banquetas a la altura de la mesa de dibujo, que hacen falta en mayor cantidad.

“Deberíamos tener por lo menos 25 computadoras, no tenemos ninguna para suplir la parte de la enseñanza que es más automatizada, más tecnológica y moderna. Eso produce que al final, muchos se vayan con lagunas”, señaló el coordinador de modalidad de artes, Jorge Geronimo.

Manifestó que el taller de música del centro no está insonorizado, por lo que cuando los grupos ensayan impiden el correcto desarrollo de las clases, especialmente, que se encuentran en aulas cercanas. Los instrumentos, también son un inconveniente porque además de estar en mal estado, tampoco son propiedad de la escuela.

Estudiantes suplen técnicos

La situación en el taller de procesos gráficos tampoco es alentadora, allí carecen de mesas en buen estado, pero tienen maquinarias del año 1995 que son solo de exhibición, debido a que no funcionan, excepto una de cortes, casi obsoleta por sus años de antigüedad, y una de las impresoras que les fue entregada en el 2012, pero hace frente a la ausencia de unas tres completamente dañadas y otras que están faltas de mantenimiento y tienen precios elevados; sin embargo, son de primera necesidad para el éxito del curso.

Las computadoras en el área de gráficos, que deberían ser 35 y solo son 25, de las que solo encienden 10, carecen de la capacidad necesaria para soportar los pesados programas de diseño con los que deben ser entrenados en las prácticas los estudiantes, poniendo en jaque el técnico y amenazando con hacerlo desaparecer.

Resistiéndose a eso, aunque se han realizado por las vías correctas los levantamientos de lugar de este y todos los demás talleres del politécnico Santa Ana y se ha recibido por años como única respuesta una promesa de entrega de la Dirección de Educación Técnico Profesional, los propios alumnos de una de las promociones pasadas hicieron esfuerzos por recolectar dinero. Para eso realizaron una rifa, una de las promociones de estudiantes del año antes de la pandemia del COVID donde se recolectó la cantidad suficiente para comprar máquinas de tampografía para personalización de tazas, termos y otros artículos.

Alternativas para resolver

“Nosotros como institución católica, que tenemos ciertos criterios y prestigio que guardar, hemos tomado como alternativa el llegar a un acuerdo con el Infotep y enviamos hacia allá a los estudiantes, en un transporte que obviamente tenemos que pagar, a tomar las prácticas en los talleres que no podemos darles aquí por falta de equipos”, mencionó la coordinadora general, Peña. En el Politécnico Santa Ana, también hacen falta máquinas de red, otro edificio para clases de música, renovación y el reacondicionamiento del salón multiusos. Además, faltan maestros en distintas áreas y otros técnicos, aunque a falta de docentes oficiales, se han contratado algunos profesores por cuenta propia del Politécnico por la propia escuela, pero carecen de nombramiento del ministerio.