Ocho años después, la escuela Haití tendrá un plantel digno

Los testimonios afirman que la Escuela República de Haití, ubicada en la calle Josefa Brea, en el ensanche Luperón, Distrito Nacional, se veía en condiciones bastante rentables antes de ser demolida durante el gobierno de Danilo Medina con intenciones de remodelación, hace ocho años, cuando se instauró su calvario.

Reclamos entre huelgas y lloros, e incesantes listas de peticiones que fueron enviadas por las autoridades de este centro hacía el Ministerio de Educación (Minerd), han sido el itinerario a seguir desde entonces; y ahora, parece que por fin la agonía les parece más lejana con el anuncio de que en 15 días les será entregado el plantel que, a simple vista, luce casi terminado.

Los ingenieros y autoridades del Minerd han puesto su palabra y seguridad ante Dulce Delgado, directora de la escuela Haití, de que dentro de 15 días serán puestos a su disposición los otros tres edificios educativos, unas aulas extras y el comedor que abriría paso a que la escuela sea de tanda extendida, poniendo fin a la inhumana condición en la que se alfabetizaba su matrícula de 1,200 niños en ambas tandas. Durante los últimos ocho años los trabajos han avanzado a pasos de tortuga con la empresa de ingenieros que había sido contratada por el Estado.

Las condiciones

Durante los últimos ocho años los trabajos han avanzado a pasos de tortuga con la empresa de ingenieros que había sido contratada por el Estado, según los directivos del centro, que en más de una ocasión se paralizó afirmando una falta de viáticos.

Hasta ahora, la escuela se ha mantenido en un solo edificio de dos niveles, con cuatro aulas en cada uno que a su vez están divididas en dos espacios para albergar grados diferentes; lo que quiere decir que cursos diseñados para la recepción de treinta estudiantes, están separados a la mitad con material de cartón y reciben un total de 60 o más niños.

Aunque el personal docente está satisfecho con la respuesta, no niegan lo cansina que les ha resultado su lucha, debido a que en más de una ocasión vivieron situaciones en las que veían obreros trabajar en la obra que colinda con el espacio en el que que dan clases, pero terminaba siendo un simple simulacro.

Los estudiantes de la República de Haití son niños comprendidos en edades de 4 y 14 años, de los niveles inicial y primario, quienes se ven limitados en el desarrollo de las actividades educativas normales con sus maestros debido a la falta de espacio.

Las clases de educación física, por ejemplo, son obligadas a tomarlas en el pasillo, al igual que el horario de recreación para los más grandes, mientras los más pequeños deben permanecer en los cursos; pero ahora, con la futura entrega, tendrán toda un área de juegos para su disfrute.

Al segundo día de clases

El segundo día de clases se desarrolló con normalidad entre las escuelas del Gran Santo Domingo, evidenciándose un aumento entre los presentes en las aulas.

En la República de Haití, por ejemplo, el primer día asistieron 200 estudiantes y ayer unos 210, en la tanda matutina, quienes recibieron con normalidad el desayuno de leche de vainilla y galleta nutritiva enviado por el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie).

Los mismo en la Escuela Primaria Francisco Ulises Dominguez, donde la asistencia ambos días ha sido buena y, al ser de tanta extendida, tanto el desayuno como el almuerzo escolar ha llegado al pie de la letra.

Del Distrito 15-04, las escuelas Luis Manuel Caraballo, República de Costa Rica y Francisco Ulises Dominguez, se encuentran en lista para recibir aulas móviles de las 400 licitadas por el Minerd, pero aún no han sido instaladas.

De momento, aún hay padres rezagados solicitando cupos para sus niños en múltiples centros educativos del sector público, a los que por disposición del propio Ministerio, no se les niega la recepción, pero de no ser posible en los de su preferencia, son reubicados en el recinto más cercano o alguna subdependencia escolar que haya sido contratada por las autoridades.