Madre clama por aulas para inscribir sus hijos
- Margarita vive en condiciones de hacinamiento, no tiene trabajo, es madre soltera y no quiere que sus hijas crezcan analfabetas.
Margarita Contreras, a pesar de tener solo 32 años, tiene seis hijos y está embarazada.
Recientemente fue suspendida de su trabajo, vive en una pequeña pensión, en el sector Santa Lucía, de Cienfuegos, entre el hacinamiento y precariedades.
Sin embargo, su principal preocupación es que tres de sus hijas no saben dónde van a estudiar, por falta de cupo en los centros educativos que están en el entorno de su humilde vivivenda.
Margarita dice que su principal temor es que por falta de aulas para acoger a cuatro de sus hijos, esteos corran con la misma suerte que ella, que creció totalmente analfabeta y hoy no sabe leer ni escribir.
Dijo que a una de sus hijas, de nombre Elizabeth, de 11 años, “la sacaron del centro educativo donde ella estudiaba” porque supuestamente, ella se peleó con una compañera de su misma edad, y hoy lleva dos años fuera de las aulas.
Las joven madre dijo que ha visitado los centros educativos Santa Lucias, Emma Balaguer y San Francisco de Asís, todas ubicadas en Cienfuegos, y todos les han dicho que no hay cupo para sus niños.
“Ahora no sé qué hacer, no tengo dinero para pagar colegio privado, ya que soy muy pobre y a veces lo poco que consigo es para darle de comer a mis hijos”, expresó Margarita en medio de llanto y con un dejo de impotencia.
Explicó que el mayor de sus hijos, a sus 15 años de edad, desistió de la escuela, ya que no encontró cupo y hoy es un adolecente de 17 años y no está inscrito porque se le negó la oportunidad de seguir con sus estudios.
El drama humano es que está madre vive con cinco de sus hijos, en un pequeño cuarto, allí duermen todos juntos hembras y varoncitos en una misma cama; su única entrada económica es lo poco que le deposita el gobierno a través la tarjeta social de ayuda.
Pastor Pablo Ureña
El pastor Pablo Ureña, de la Fundación Niños con una Esperanza, quien dio a conocer la difícil situación que padece Margarita Contreras, explicó que es muy triste escuchar una historia de esa naturaleza, con una madre, de solo 32 años que con seis hijos y uno que viene de camino y vivir en esas condiciones.
El religioso describió lo desgarrador que es escuchar el testimonio de esa mujer, donde ella misma no estudió, su hijo mayor salió de la escuela por falta de cupo y tres aun no saben si podran seguir su educación.
“Esta situación que vive Margarita Contreras, pinta a que estos niños tomen un mal camino”, dijo el religioso. Tanto Pablo, como Margarita claman por ayuda de las autoridades para cambiar su actual estado de desesperanza y que sus tres niños puedan volver a la escuela, donde les dan desayuno, comida y merienda.
El pastor Pablo Ureña llamó al gobierno para que de manera profunda intervenga ante esta situación que está atravesando esta familia, a través de alguna institución, que le pueda dar apoyo y asistencia.