trabajos de obras públicas
Sólo queda un terreno vacío tras desalojo en kilómetro 9 de autopista Duarte
Trozos de piedras, varillas, vidrios y restos de mercancía de algunos negocios están esparcidos en la zona, donde trabajadores de Obras Públicas colocan una verja de aluzinc alrededor del terreno, mientras buhoneros buscan por objetos valiosos.
Lo que durante muchos años fue una zona poblada, con decenas de negocios dedicados a la venta de comida y aparatos tecnológicos, en el kilómetro 9 de la autopista Duarte, ahora es nada más que un montón de escombros.
Trozos de piedras, varillas, vidrios y restos de mercancía de algunos negocios están esparcidos en la zona, donde trabajadores del Ministerio de Obras Públicas colocan una verja de aluzinc alrededor del terreno, mientras buhoneros buscan por objetos valiosos.
Cientos de vendedores terminaron con sus pertenencias en la calle y algunos perdieron parte de su mercancía.
“No nos avisaron”, fue la frase más resonante cuando el sol ya había salido y los comerciantes ya estaban en el lugar de los hechos reclamando sus puestos de venta, porque las autoridades se presentaron allí la madrugada del domingo.
“Nosotros estábamos en la casa acostados con todos los negocios trancados, entonces cuando nos llama uno que amanece vendiendo, nos dice: ‘corran, corran’”, así fue como Norma Encarnación Beltre, quien lleva alrededor de 30 años de vendedor, describió la situación.
Otros afirman que sí le avisaron, que les dieron una prórroga, pero sin días específicos. “Nos rompieron todo porque no tenemos presidente que le duela al dominicano; esto es trabajo de años, de padres de familia”, expresó otra vendedora, quien destacó que tienen un abogado que está manejando el caso, pero “cobra un dinero y dijo que no creamos en eso; cogió su cualto”.
“Esto es increíble, esto es un abuso, esto es un atropello donde se nos han violado todos los derechos, porque estamos en negociaciones, pero ellos nunca tomaron la decisión de sentarse a negociar con nosotros porque la intención de ellos no era más que atropellarnos, tal como lo han hecho”, agregó otro vendedor.
Estos comerciantes dijeron que se han mantenido tranquilos, “sin quemar una goma, sin tirar una piedra, bajo perfil, mirando cómo nos desbaratan los más de 40 años que hemos permanecido en estos terrenos, donde nosotros no somos invasores”.
Agregaron que el Estado les estaba ofreciendo entre 100 y 150,000 pesos para que abandonen el lugar, pero aseguran que no todos recibieron ese dinero.
“Aquí había alrededor de casi 2 mil familias que se mantenían del kilómetro 9 de la autopista Duarte, ahora, ¿a dónde va esa gente? No sabemos. Aquí había 50 y pico de casetas de concreto y había como 60 de tola.
“Estamos desamparados, como un niño cuando su mamá lo deja abandonado en un sitio donde no tiene refugio a donde ir”, dijo Bernandina Reyes, quien llevaba 35 años vendiendo en la zona y ahora no sabe qué hacer.
Dijo que tendrá que ir a guardar lo poco que le quedó en su hogar, sin tener idea de qué hará los siguientes días.
Estufas, vitrinas, algunas rotas, cajas de almacenamiento, neveras, tanques de gas, galones de aceite, grecas, calderos, utensilios de cocina, cargadores, protectores de tablets y celulares, fueron algunos de los materiales de estos comerciantes que se encontraban entre la calle y la acera del terreno.
Los guagüeros que se dedicaban a recolectar hierros aprovecharon el lugar para recolectar con que podían, más de 10 se encontraban.
Los vehículos encargados del transporte público tuvieron que dejar y recoger a los pasajeros en otro lugar, no podían utilizar la parada habitual que utilizan.
Agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) y miembros de la Policía Nacional estaban rodeando el lugar y, según explicó un miembro de la Digesett, el bloqueo de las vías solo era hasta ayer domingo.