contaminación
En el barrio La Lila la basura y el lodazal inundan las vías públicas
Juan Olivo Urbáez dijo que desde hace cinco meses su negocio de electrodomésticos se encuentra lleno de aguas residuales.
Los moradores en La Lila, en Santo Domingo Este, piden a las autoridades la reparación de las calles que rodean al sector, ya que estos describieron la situación como “vivir en la inmundicia”, por los desechos de basura y aguas contaminadas.
En un recorrido por las calles del lugar, quienes cada día se enfrentan a las penurias de aguas estancadas y la contaminación que estas producen dijeron estar desesperados por los dolores de cabeza que se viven en La Lila, Santo Domingo Este.
Juan Olivo Urbáez dijo que desde hace cinco meses su negocio de electrodomésticos se encuentra lleno de aguas residuales. “He estado echando relleno porque se me están dañando los aparatos”, expresó, y agregó que debido a la precariedad del lugar “estuve a punto de perder la pierna porque me dio una mazamorra grandísima y yo sufro de diabetes”.
Urbáez manifestó cómo los munícipes se han unido para rellenar la calle que por años le ha causado estragos: “Los niños cuando van a la escuela no encuentran por dónde pasar y tenemos que cruzarlos cargados”.
También, destacó como el alcalde Dio Astacio se ha descuidado del sector, dejando paralizada por años la terminación del puente que conecta La Lila a otros barrios de Santo Domingo Este. “Aquí no hay condolencias a uno, hay mucha dificultad, no podemos vivir aquí abajo. Esto está lleno de pescados y toda la cosa mala, mucho lodo, gripe y todo tipo de epidemia. Es por eso que le hacemos un llamado al señor presidente, que venga en auxilio de nosotros y que declare esto, la Orlando Martínez, en emergencia”, explicó Urbáez, mientras mostraba las condiciones de contaminación en su negocio.
Otro afectado es Miguel Espinosa, quien dijo: “Aquí nos estamos ahogando; el gobierno nunca hace nada. Se mete el agua para dentro de la casa y los negocios; la mayoría de los electrodomésticos se les dañan a la gente por aquí”. Ceferino Julio Pinales de los Santos hizo un llamado al ministro de Obras Públicas, Deligne Ascención, para que con urgencia se realice la reparación de las vías, al igual que crear un sistema de drenajes para que el agua no se estanque. “Vengan en auxilio de La Lila que nos estamos muriendo. Todo el mundo con los pies podridos por la contaminación, pasamos mucho trabajo (...) a cada rato los muchachitos con pelotas en el cuerpo y llenos de ‘nacíos’. Donde quiera que se forma un charco de agua y dura dos o tres meses”, expresó De los Santos, desesperado por los estragos en que vive el sector.
En proceso de desalojo
Richard Gómez dijo que los mosquitos y el hedor de la cañada les afecta la salud, ya que por las noches se le dificulta la respiración por la contaminación que sale de esta. Además, esto no lo ha motivado a reubicarse en otro lugar hasta que se le realizó la propuesta de ser desalojado.
“Entre diputados y políticos han venido a ver la situación de La Lila, pero no hacen nada y el mal olor matando con esos mosquitos y todo lo que sale por esa cañada para adentro de la casa de uno”, manifestó Gómez, mientras se encontraba a las afueras de su hogar frente a la calada en La Lila.
De igual manera, Antonio Merán aseveró que está preocupado por ser uno de los desalojados: “Estamos asustados porque del lado de Los Guandules no le dieron nada por el lugar donde viven y no queremos que nos pase lo mismo a los que vivimos de este lado, uno teniendo su casa”.